MOLDAVIA
El Sheriff, el club de Moldavia que pasó de la sombra a la vitrina del fútbol mundial
Al modesto equipo de Tiraspol que derrotó al Madrid, con dos vallecaucanos, lo fundaron exmiembros de la extinta KGB.
Del anonimato al estrellato en un santiamén pasó el modesto Sheriff de Tiraspol, luego de su sorprendente victoria 1-2 como visitante frente al Real Madrid en el mítico estadio Santiago Bernabéu.
Estar en ‘boca de todos’ y dejar de ser la cenicienta del grupo D de la Champions League es el presente del equipo moldavo, pero ¿de dónde salieron ellos y por qué pocos sabían de su existencia?
El Sheriff de Triaspol fue fundado en el año 1997 por la empresa de seguridad que lleva su mismo nombre y de propiedad de dos exagentes de la entonces conocida ‘KGB’ llamados Victor Gussn e Ilia Kazmali.
Este equipo logró su ascenso a la primera división de Moldavia en el año 1998 y desde entonces ha dominado el fútbol de ese país ganando 19 títulos de las 21 temporadas que ha competido hasta el momento, siendo el vigente campeón con el delantero Frank Castañeda como su goleador y quien jugara en el Orsomarso de Palmira.
Su gran rival es el Football Club Tiraspol, que compite en la misma ciudad y que en su palmarés solo tiene un título de liga, justamente en el año que nació el Sheriff.
Estado sin reconocimiento
El Sheriff juega en la ciudad de Tiraspol, considerada la capital de Transnistria, un Estado secesionista situado entre la orilla oriental del río Dniéster y Ucrania.
Este equipo representa al país separatista prorruso de unos 470.000 habitantes, que tras la desintegración de la Unión Soviética en 1991 se separó del resto de Moldavia, que en ese momento se quería fusionar con Rumania para formar La Gran Rumania.
Así pues, Transnistria, protegido por soldados rusos, es independiente ‘de facto’, aunque ningún otro país del mundo lo haya reconocido.
La región separatista libró una breve guerra con Moldavia en 1992 y se declaró Estado independiente, aunque sigue sin ser reconocida por ningún país, incluida Rusia.
Tiene su propia bandera, matrículas, pasaportes y moneda, el rublo transdnistriano. Para algunos, esta zona puede parecer una cápsula del tiempo del régimen soviético: una hoz y un martillo adornan su bandera, y una gran estatua de Lenin se alza frente al parlamento.
Sus dueños, con pasado en la KGB
El club es propiedad de Sheriff, un conglomerado empresarial que incluye supermercados, gasolineras, una red de telefonía móvil, un criadero de esturiones y la destilería de coñac local.
Fundado por dos veteranos de las fuerzas de seguridad, uno de ellos el actual presidente del club, Victor Gushan, la casa madre del Sheriff Tiraspol controla una buena parte de la economía de Transnistria y es un actor principal desde el punto de vista político.
Este conglomerado empresarial ha financiado el complejo deportivo del club, de un valor de 200 millones de dólares, con dos estadios (para 13.000 y 9000 espectadores), un polideportivo y 16 terrenos de entrenamiento.
Deporte y política
La animadversión entre Transnistria y Moldavia es grande.
“La gente dice que el deporte no hay que mezclarlo con la política”, asegura Yuriy Vernydub, el entrenador ucraniano del Sheriff, pero la realidad es que “el deporte es política”.
Los aficionados de Tiraspol se felicitan que su micro-Estado de apenas 4100 km2, algo más grande que Luxemburgo, vaya a recibir a grandes estrellas del balón como el francés Karim Benzema o el argentino Lautaro Martínez.
“Muchas personas van a descubrir que este país no reconocido existe”, reivindica Igor Trochtchinski, de 61 años y aficionado del Sheriff desde su fundación en 1997.
Al otro lado del río Dniéster, que separa este territorio del resto de Moldavia, el entusiasmo es mucho menor.
Su plantilla internacional
El fútbol de Moldavia se basa principalmente en jugadores nacionales, pero el Sheriff Tiraspol es una excepción.
En sus filas aparecen jugadores de naciones como Colombia, Ghana, Nigeria, Perú, Brasil, Grecia, Uzbekistán, entre otros.
Uno de ellos es el luxemburgués Sébastien Thill, cedido por el Progres Niederkorn, quien apareció en todos los diarios españoles por el gol que marcó en la victoria en el minuto 90 ante el Real Madrid.
Para Igor Trochtchinski, hincha del equipo, lo que importa es participar en la ‘Champions’. “Trabajábamos en ello desde hacía 20 años. En 10 años, quizá, podamos superar la primera fase”.
Es importante destacar que el Sheriff compite en la Liga de Moldavia para ser reconocido por la Uefa.
Con sangre vallecaucana
Quizás uno de los últimos lugares donde un futbolista piensa en competir es en Transnistria, un Estado inexistente ubicado en el extremo oriental de Europa, que todavía comparte la ideología socialista de la extinta Unión Soviética y cuya cantidad de habitantes es similar a la de municipios como Palmira o Tuluá. Pues allá, en ese recóndito lugar se encuentran dos colombianos, más específicamente vallecaucanos, que llevan en alto la bandera ‘tricolor’ y que fueron protagonistas en la histórica victoria frente al Real Madrid por Champions League.
Danilo Arboleda, el defensor central oriundo de Florida, comenzó su carrera futbolística en el Deportivo Cali. Debutó en el año 2015 y jugó cinco partidos de Liga y cinco de Copa Colombia, además de haber estado en el equipo campeón con el ‘Pecoso’ Castro. Su mejor momento lo vivió en Patriotas de Boyacá, donde se destacó en el equipo dirigido por el entrenador Diego Corredor y gracias a esas buenas actuaciones vistió la camiseta de América de Cali, donde no tuvo una buena temporada. Luego pasó al Pasto y desde Nariño pegó el brinco hasta Tiraspol.
En la otra orilla está Frank Castañeda. El delantero nacido en Cali es el capitán y goleador del Sheriff. Sus comienzos en el fútbol fueron en el año 2016, cuando debutó en el Orsomarso de la segunda división. No duró mucho en Colombia, pues de ahí se fue para el Senica de Eslovaquia, donde fue goleador del equipo hasta el año pasado, pues fue transferido al Sheriff, donde vive su mejor temporada y compite en la Champions League.