Exfutbolista Adriano se sinceró e hizo desgarradoras confesiones de su vida: su adicción al alcohol y el asesinato de su papá

Adriano Leite Ribeiro, conocido simplemente como Adriano, fue uno de los jugadores de fútbol que en su momento dio mucho de qué hablar por el gran talento que mostró desde muy joven, pero todo eso cambió debido a los problemas personales que tuvo y que lo llevaron a olvidarse del mundo del deporte y refugiarse en el alcohol. Ahora, varios años después, el exjugador se sinceró y escribió una carta acerca de los dilemas por los que ha pasado y que lo tienen nuevamente viviendo en una favela de Brasil.

Muy contrario a lo que se decía, Adriano dejó en claro que no consume ninguna droga, pero admitió que toma mucho alcohol, tal y como se ha visto en diferentes videos y fotos que se han conocido a través de las redes sociales y que se han hecho virales, al igual que el conmovedor escrito que movió las fibras a más de uno.

“No me drogo, como intentan demostrar. No estoy metido en el crimen, pero, por supuesto, podría haberlo hecho. No me gusta salir de fiesta. Siempre voy al mismo lugar de mi barrio, el kiosko de Naná. (...) Bebo cada dos días, sí. ¿Cómo llega una persona como yo al punto de beber casi todos los días? No me gusta dar explicaciones a los demás. Pero aquí va una. Bebo porque no es fácil ser una promesa que sigue en deuda. Y a mi edad, la cosa empeora”, señaló en la misiva escrita en The Players Tribune.

El emperador, como se le conoce popularmente, se definió como el “mayor desperdicio del fútbol” y aseguró que lo mismo le ha pasado con su vida. “Estoy bien así, en un desperdicio frenético. Disfruto de este estigma”, escribió.

En cuanto al tema de la bebida, Adriano recordó cuando en una ocasión sus padres se vieron sorprendidos tras verlo sosteniendo un vaso lleno de alcohol. La situación llegó hasta el punto que su papá, uno de sus mayores motores en la vida, se lo quitó y le reprochó por su actitud ya que no era lo que le había inculcado. Este episodio lo aprovechó para hablar de lo que significó la muerte de él, uno de los golpes más duros que ha sufrido.

“La muerte de mi padre cambió mi vida para siempre. Hasta el día de hoy, es un problema que todavía no he podido resolver. Toda la mier** empezó aquí, en la comunidad que tanto me importa. Maldita sea, a mi padre le dispararon en la cabeza en una fiesta en Cruzeiro. Una bala perdida. Él no tuvo nada que ver con el desastre. La bala entró por la frente y se alojó en la nuca. Los médicos no tenían forma de sacarla”, contó.

Después de eso, tuvo una conversación con su mamá acerca de su ausencia en la casa y nuevamente volvió a caer en el consumo de alcohol en exceso. “Estaba destrozado. Agarré una botella de vodka. No exagero, hermano. Bebí toda esa mier** solo. Llené mi cu** de vodka. Lloré toda la noche. Me desmayé en el sofá porque bebí mucho y lloré”, manifestó.

Pese a que lo intentó muchas veces, según dijo, siempre llegaba un punto en el que había una recaída y buscaba la favela para poder tener esa libertad que el mundo del fútbol y la fama le habían quitado. “Veo a mi padre en cada uno de estos callejones. ¿Qué más quiero? Ni siquiera traigo mujeres aquí. Mucho menos me meto con chicas que son de mi comunidad. Porque solo quiero estar en paz y recordar mi esencia”, concluyó.