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Cultura

Natalia Jiménez, creadora de Lettering y Emociones, habla de su libro y del poder emocional de los garabatos

Una obra lúdica y expresiva donde las letras son protagonistas y motor creativo.

Natalia Jiménez es diseñadora gráfica, especialista en caligrafía, lettering y tipografía. Tallerista internacional. @nats.estudio.gráfico
Natalia Jiménez es diseñadora gráfica, especialista en caligrafía, lettering y tipografía. Tallerista internacional. @nats.estudio.gráfico | Foto: Foto: Cortesía Natalia Jiménez / PRH

9 de jun de 2025, 12:33 p. m.

Actualizado el 9 de jun de 2025, 12:33 p. m.

¿Quién dice que algo tan aparentemente simple como escribir, -no hablando desde su contenido, sino desde su estética- no pueda ser convertido en arte? De eso justamente se ha encargado Natalia Jiménez, artista y experta en lettering, quien recientemente lanzó su libro Lettering y Emociones, un libro en el que las letras no solo son protagonistas estéticas, sino también una vía para conectar con lo que sentimos.

A través del trazo, el color y la forma, este libro invita a explorar el mundo emocional de manera lúdica y terapéutica.

El País conversó con ella sobre el poder de escribir a mano, el arte de garabatear y la libertad creativa.

Cuénteme un poco sobre este libro ‘Lettering y Emociones’, ¿Cuándo descubre que había una conexión emocional en la estética de las palabras?

Este libro nace de mi corazón, es una expresión total de lo que soy, de mi autenticidad. La caligrafía y el lettering, -el arte de escribir-, siempre han sido una técnica milenaria que ha generado cierto estado de trance en las personas. Lo que se ha convertido con el tiempo en un tema terapéutico, y es que, el hecho de escribir a mano, además de generar un montón de conexiones cerebrales, ayuda con la memoria, con la salud mental, entre otras, lo que hace que se vuelva una terapia para tramitar y transitar las emociones.

¿Cuándo empezó su pasión por la caligrafía y el lettering? Y, ¿Cómo fue ese momento de darse cuenta de que esto era más que solo escribir palabras?

Cuando salí de la universidad trabajé cinco años en un colegio. Ahí sentí una conexión muy fuerte con los niños. Ya venía haciendo trazos, rayando, probando, me llamaba mucho la atención. Fue en ese momento cuando hice el clic y dije: “Quiero dedicarme a esto”. Pero cuando hice ese clic y miré hacia atrás, me di cuenta de que me gustaba esto desde hace mucho. Mi mamá tenía una cartilla de Speedball —unas plumas caligráficas con abecedarios— y yo, de niña, la miraba embobada. En la universidad vi diseño tipográfico, que es diseñar letras, y fui conectando los puntos. Cuando salí del colegio, decidí dedicarme de lleno a las letras.

Hay muchos artistas que pelean con la IA porque sienten que les va a correr la butaca. Lo importante  sepamos apreciar el arte hecho  por la mano humana, pero  también, que sepamos apreciar, lo que nos aporte la IA”,
Natalia Jiménez, artista de lettering.
Hay muchos artistas que pelean con la IA porque sienten que les va a correr la butaca. Lo importante sepamos apreciar el arte hecho por la mano humana, pero también, que sepamos apreciar, lo que nos aporte la IA”, Natalia Jiménez, artista de lettering. | Foto: Foto: Cortesía Natalia Jiménez / PRH

Para este libro en particular ha creado a este personaje que se llama Garabato. ¿Cómo surge Garabato y cuál es su rol?

Garabato siento que es una expresión de mi esencia y de mi personalidad. Y lo que buscaba era precisamente generar un personaje que hiciera clic con los niños, que hiciera clic con la historia. Cuando me contactaron para hacer el libro, lo primero que pensé fue: “No quiero hacer un libro de lettering como los que ya existen. Quiero hacer algo realmente diferente, que genere impacto y una narrativa distinta”. Entonces ese es el rol de Garabato. Te va llevando en una narrativa y en un viaje por los garabatos, por los ejercicios para soltar la mano, para conectarte contigo mismo, para estar en presencia del aquí y el ahora. Te lleva también y te explica todo el universo de la tipografía, la caligrafía, lettering, y al final él mismo te cuenta una historia de una situación que le pasó, en la que se sintió muy mal, y cómo hizo para superarla a través de todo esto que ya vimos anteriormente en el libro.

A través del lettering y la caligrafía hay una serie de valores importantes, que van un poco en contra de la cultura de la inmediatez... Un libro ideal no solo para niños

En efecto, este es un libro diseñado para niños, pero para los adultos funciona totalmente, porque al fin y al cabo todos tenemos un niño interior, ese que quiere conectarse con el garabateo, con esa expresividad, que quiere precisamente detener el afán con el que vivimos.

Por ello, trabaja la paciencia, y esa constante de autoexigencia, en la que muchas veces los adultos se dan tanto palo. Estos temas de expresión, de dibujo, de escritura, dan el permiso de volver a empezar, de volver a rayar, las veces que sean necesarias, revelando al final todo lo que hay dentro: su esencia, su autenticidad, su personalidad.

Libro de arte Lettering y Emociones, de la diseñadora Natalia Jiménez. 
Foto: Editorial B de Block
Libro de arte Lettering y Emociones, de la diseñadora Natalia Jiménez. Foto: Editorial B de Block | Foto: Foto: Editorial B de Block

¿Cómo el lettering reconoce la identidad de cada uno, al contrario de la caligrafía tradicional?

Es importante reconocer la diferencia entre caligrafía y lettering. La caligrafía, claro, es un arte ancestral y tiene unas reglas que hay que seguir. Por eso se volvía tan normativo y tan represivo el asunto anteriormente, porque para poderlo hacer correctamente, pues había que llegar al punto de la casi perfección. Pero el lettering, que es el dibujo de las letras, da la posibilidad de ser totalmente libre en la expresión, y esa es precisamente la conexión emocional, que a través de un dibujo totalmente libre, totalmente único, yo pueda poner en lápiz, papel y color, lo que estoy sintiendo y lo que estoy pensando.

¿Y en qué momento siente la necesidad de hacer lettering? ¿Qué la inspira?

Creo que son dos momentos. Uno es cuando lo estoy haciendo profesionalmente, por encargo, porque voy a hacer una obra por la que me pagan. Sin embargo, eso también tiene un nivel de intimidad porque soy yo, en mi estudio, haciendo ejercicios de escritura. Pero cuando es un ejercicio más personal, lo hago generalmente cuando me siento cómoda. Nunca lo hago cuando estoy bajo estrés, cuando estoy cansada. Nunca lo hago por obligación. Siempre tengo que estar en un mood de tranquilidad, en el que yo me sienta conectada con lo que hago. En ese momento se vuelve algo supremamente íntimo de conectar conmigo misma y con lo que quiero transmitir a las personas.

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