Cultura
El efectivo salmo para pedir perdón a Dios; así debe rezarlo
Descubra la historia de este salmo al que recurren quienes se sienten en tiempos de dificultades.
En tiempos de dificultades y enfrentamientos con enemigos, la búsqueda de orientación y protección espiritual se convierte en una necesidad universal. Una de las formas en que las personas encuentran consuelo y fortaleza es a través de la recitación de salmos, versículos de la Biblia que ofrecen consuelo, esperanza y protección.
En este artículo, le contamos cuál es el salmo al que deben acudir las personas que quieran pedirle perdón a Dios.
¿Cuál es el salmo ideal para pedirle perdón a Dios?
El Salmo 59, atribuido al Rey David, hablar de un momento de profunda angustia y persecución. El título del salmo relata su origen: “Mictam de David, cuando Saúl envió hombres a vigilar la casa para matarlo”. En este contexto, David se encuentra en una situación de inminente, perseguido por el Rey Saúl y por su ejército. Su vida está en juego y su única esperanza radica en la protección divina.
Salmo 59: verso a verso
- “Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío; ponme a salvo de los que contra mí se levantan”. Este verso establece el tono del Salmo 59, donde David clama a Dios por liberación y protección contra aquellos que lo amenazan.
- “Líbrame de los que hacen iniquidad, y sálvame de hombres sanguinarios”. David reconoce que los enemigos no solo buscan su derrota, sino que son malvados y violentos.
- “Porque, he aquí, han puesto acechanza contra mi vida; se han juntado contra mí poderosos, no por transgresión mía ni por pecado mío, oh Jehová”. David enfatiza su inocencia y la injusticia de la persecución que enfrenta.
- “Sin delito mío corren y se preparan; despierta para venir a mi encuentro, y mira”. Aquí, David pide a Dios que esté alerta y venga en su ayuda.
- “Y tú, Jehová, Dios de los ejércitos, Dios de Israel, despierta para castigar a todas las naciones; no tengas misericordia de todos los que se rebelan con iniquidad”. David clama a Dios para que tome acción contra sus enemigos y castigue a quienes hacen el mal.
- “Volverán al atardecer, ladrarán como perros y rodearán la ciudad”. David describe la hostilidad persistente de sus perseguidores.
- “He aquí proferirán con su boca; espadas hay en sus labios, porque dicen: ¿Quién oye?” Los enemigos de David hablan con amenazas y violencia.
- “Mas tú, Jehová, te reirás de ellos; te burlarás de todas las naciones”. David confía en que Dios intervendrá y se mofará de sus enemigos.
- “A causa de su fuerza esperaré yo en ti, porque Dios es mi defensa”. David encuentra su refugio en Dios y confía en su protección.
- “Mi Dios, en su misericordia, irá delante de mí. Dios me hará ver a mis enemigos”. David espera que Dios lo guíe y le revele la verdad sobre sus enemigos.
- “No los mates, para que mi pueblo no olvide; hazlos vagar con tu poder y abátelos, oh Señor, escudo nuestro”. David solicita que Dios no destruya a sus enemigos por completo, sino que los someta y los haga conocer Su poder.
- “Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios, sean ellos presos en su soberbia, y por la maldición y mentira que profieren”. David pide que los enemigos sean juzgados por sus palabras y acciones.
- “Acábalos con furor; acábalos para que no existan más y sepan que Dios gobierna en Jacob hasta los confines de la tierra”. David anhela que los enemigos sean derrotados y que el poder de Dios sea evidente para todos.
El Salmo 59 narra la lucha de David contra sus adversarios y su búsqueda de amparo divino. A lo largo de sus versículos, se puede encontrar consuelo y optimismo en situaciones difíciles. Este salmo enfatiza la relevancia de depositar la confianza en Dios como la principal fuente de fortaleza y refugio, incluso cuando hay retos abrumadores por delante.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.