CALI
El balance que dejó el Plan 1000 de la Policía contra el microtráfico
El pasado domingo se dio por terminada la estrategia Plan 1000 contra el microtráfico, cuyo objetivo era desarticular las bandas delincuenciales de las principales ciudades del país que se dedicaban al expendio de drogas.
El pasado domingo se dio por terminada la estrategia Plan 1000 contra el microtráfico, cuyo objetivo era desarticular las bandas delincuenciales de las principales ciudades del país que se dedicaban al expendio de drogas.
Según las autoridades, gracias a este plan se lograron intervenir 170 ‘ollas’ de microtráfico entre el 1 de enero y el 7 de agosto pasado. Además, en todo el país se capturaron 28.600 delincuentes relacionados con los grupos de tráfico local de estupefacientes y se evitó que 11 millones de dosis de drogas llegaran a colegios y parques de las principales ciudades.
La estrategia tenía un componente virtual, es decir, investigadores estaban no solo en el terreno sino también en Internet, por lo que se identificaron 233 cuentas de personas dedicadas al microtráfico y todas fueron inhabilitadas. En medio de las investigaciones se logró desarticular cuatro estructuras criminales asociadas a la comercialización de droga en la red.
Los expertos consideran que estas cifras expuestas por el Ministerio de Defensa del anterior Gobierno son buenas, sin embargo dicen que nunca serán suficientes para acabar con esta problemática en el territorio nacional.
“Si yo como Gobierno me trazo una meta y la cumplo, pues es claro que voy a tener un 100% de cumplimiento. La pregunta mejor es si esa meta sirve de algo: la respuesta es que no. El negocio del microtráfico goza de cabal salud y eso demuestra, una vez más, que el problema de la oferta y consumo de drogas ilegales hoy no se combate con la fuerza. Quizás es hora de plantearnos ese reto como un problema económico y de salud pública”, sostuvo Andrés Felipe Galindo, analista en temas de seguridad.
El experto añadió que las cifras de cierre del Plan 1000 contra el microtráfico están bien para el balance del anterior Gobierno, pero “seguro que si vamos a cuantificar el impacto en el negocio su aporte es marginal. Basta pararse en el puente peatonal que une al Bulevar del Río Cali con el nuevo Parque Central Río Cali, al pie del CAM, y nos daremos cuenta que sigue el microtráfico campante, a pesar de los números del exministro Molano”.
“Cada vez que derribamos una ‘olla’ de microtráfico lo que estamos buscando es recuperar vida familiar, pues ese consumo, uso y manipulación que buscan hacer estos grupos de microtráfico lo que destruye es la confianza y la vida familiar, especialmente cuando ellos utilizan y manipulan a los jóvenes alrededor de parques y colegios en nuestras ciudades”, sostuvo el exministro Molano.
Las ciudades que más impactaron las autoridades con esta estrategia fueron Bogotá, Cali, Medellín y Bucaramanga.
Según la fiscal Luisa Obando, directora de Seguridad Ciudadana de la Fiscalía, también se hizo extinción de dominio a 44 inmuebles dedicados al expendio de drogas en el país, para un total casi de $41.000 millones.
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Polémica propuesta
“Yo empezaría a explorar la legalización controlada de la droga. Duele mucho saber que en Colombia estamos pagando con vidas el continuar con esta guerra mientras que en Estados Unidos la droga está siendo legalizada en la mayoría de los estados”, propuso Pablo Uribe, experto en prevención del crimen.
Para Uribe, el hecho de que se legalice el uso de la droga no quiere decir que se debe dejar que se venda y consuma indiscriminadamente en todo el territorio. “Hay que regular el uso de una manera inteligente para que no se venda en los barrios, para que no llegue a los menores, para que terceros no se vean afectados y no impacte negativamente el ambiente urbano”.
Sobre qué le mejoraría a la estrategia del Plan 1000 contra el microtráfico, Galindo explicó que “el énfasis debe ser evitar la venta de ese tipo de sustancias en zonas turísticas, alrededores de colegios y equipamientos culturales. Pero no veo que se pueda ir mucho más allá con la Policía. De hecho, sospecho que seguir poniendo a las autoridades a perseguir casas de expendio lo que hace es descuidar la lucha contra otros fenómenos de criminalidad que sí ameritan atención inmediata”.