PUTUMAYO
'El Alacrán' en Putumayo: una historia entre la Biblia y la mafia
A sus 71 años, Henry Loaiza Ceballos, uno de los responsables de la masacre de Trujillo, Valle, seguía en el mundo criminal, esta vez en Putumayo, donde lideraba la temida organización ‘La Constru’.
Henry Loaiza Ceballos, conocido en el mundo del narcotráfico y del paramilitarismo con el alias de El Alacrán, regresa a la cárcel a los 71 años después de que fuera capturado el miércoles por la Policía y la Fiscalía en un operativo realizado en Puerto Asís, Putumayo. Lo acusan de homicidio, narcotráfico y desplazamiento forzado.
Lo extraño de esta captura es que Loaiza Ceballos era uno de los hombres fuertes del extinto ‘Cartel del Norte del Valle’ y uno de los responsables de una de las masacres más terribles en la historia de ese departamento: la masacre de Trujillo.
Por eso es que cabe la pregunta, ¿qué hacía ‘El Alacrán’ en Putumayo?
Según se pudo determinar, el hombre llegó a Putumayo a mediados de junio del 2018 y luego de lograr su libertad, concedida por el Juzgado Segundo de Ejecución de Penas de Palmira, Valle, Loaiza Ceballos se radicó en la ciudad de Puerto Asís, la segunda población más importante del Putumayo, luego de su capital Mocoa.
‘El Alacrán’ arrendó una cómoda casa en el barrio La Floresta, al oriente de la ciudad, donde al principio muy poco se le veía, según comentan los vecinos. Cuando recién llegó, salía a caminar por las céntricas calles con una biblia bajo el brazo derecho y se le escuchaba hablar de la palabra de Dios, afirman otros conocidos.
Con el pasar de los meses, Loaiza Ceballos se hizo un nombre para sí mismo de próspero inversionista y dueño de algunas cabezas de ganado fino que pastaban en una de sus fincas.
Un viejo conocido
Pero ‘El Alacrán” no era un extraño en la región, ya que a principio de la década del 80 vivió en Puerto Asís, donde se desempeñaba como vendedor callejero, “un rebuscador”, como lo recordaron algunos viejos conocidos que lo vieron volver allí.
Su acento paisa y fuerte y con un tinte de hombre bonachón esconden un pasado oscuro y terrible. Loiza Ceballos pasó tiempo en la cárcel por haber admitido su responsabilidad en la llamada masacre de Trujillo, una serie de hechos violentos que transcurrieron entre 1986 y 1994.
Durante ese tiempo hubo una atroz alianza entre ‘El Alacrán’, el extraditado jefe narco Diego Montoya, alias Don Diego, y miembros de la Fuerza Pública. Esta colaboración provocó desapariciones forzadas, desplazamientos, asesinatos selectivos y desapariciones. Todos estos crímenes en nombre de la defensa de la paz, ya que aseguraron que las víctimas eran auxiliadores de la guerrilla de las Farc.
Según investigaciones, ‘El Alacrán’ es responsable de al menos 42 homicidios y 22 secuestros ocurridos en esa época. Por estos hechos, la justicia lo halló culpable y lo condenó dos veces, una a 18 años y otra a 30.
Y aunque los vecinos de Puerto Asís dicen que al principio veían a un hombre que parecía querer concentrarse en la legalidad, en el pueblo pronto se comenzó a correr la voz que alias El Alacrán estaba dedicado de nuevo al narcotráfico, en alianza con la banda ‘La Constru’.
Ya a su casa era habitual ver llegar gente desconocida a cualquier hora del día en motos de alto cilindraje y en carros de alta gama, lo que levantó sospechas entre la misma comunidad y autoridades. Los rumores se hacían más fuertes cuando se comentaba que él estaba detrás de algunos asesinatos ocurridos en la localidad, tanto en el sector urbano como rural.
‘El Alacrán’ y ‘La Constru’
El excapo del ‘Cartel del Norte del Valle’, ‘El Alacrán’, es señalado por las autoridades de tener una alianza con la organización ilegal ‘La Constru’ de Putumayo para enviar cocaína, especialmente hacia países de Suramérica.
Loaiza Ceballos se entregó a las autoridades a mediados de 1995 y fue condenado a 18 años de prisión por los delitos de enriquecimiento ilícito y concierto para delinquir, aunque recobró la libertad en el 2013.
Las investigaciones indican que desde 2017 mantenía la alianza criminal con ‘La Costru’, banda señalada por las autoridades de mover dos toneladas de cocaína al mes hacia Ecuador y de ordenar más del 65 % de asesinatos en Putumayo.
En el marco de la ‘Operación Romanus’, que incluyó doce diligencias de allanamiento y la incautación de más de $100 millones en efectivo; 128 cartuchos calibre 9 mm, 53 cartuchos calibre 38, dos pistolas neumáticas y equipos celulares, cayeron cabecillas financieros y líderes de la estructura en Puerto Asís y Orito, Putumayo, así como también fueron detenidos miembros de redes dedicadas a la extorsión.
Alias Gárgola es el cabecilla principal de ‘La Constru’ y ante un juez tendrá que responder por los delitos de concierto para delinquir, desaparición forzada, homicidio, tráfico de estupefacientes, concierto para delinquir y porte ilegal de armas.
El general Fabio López, director de la Dijín de la Policía, indicó que ‘Gárgola’ ingresó a esta organización en 2009 y asumió como jefe máximo en 2015.
Su historia delictiva no es de poca monta ya que tras su arresto en 2016 hizo nexos con el hoy extinto Frente 48 de las Farc para ser incluido en los listados de guerrilleros que pedían pista en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) por lo que recobró la libertad.
“Buscó esa alianza y la logró pagando a esa estructura más de $100 millones para demostrar que era integrante de las Farc”, señaló López, quien añadió que al viejo estilo de los capos de hace unas décadas, como el mismo ‘Alacrán’, ‘Gárgola’ se movía en vehículos de alta gama y le gustaba usar ropa y accesorios de marca.
Uno de los expedientes en su contra hace referencia al secuestro y asesinato de cuatro comerciantes en La Hormiga, Putumayo, crímenes cometidos en 2016. Se estima que su reemplazo en la estructura sería su hermano, a quien identifican bajo el alias de Bonito.
Al momento de su captura en Soacha (Cundinamarca), alias Gárgola, según reveló Claudia Carrasquilla, directora contra el crimen organizado de la Fiscalía, se movilizaba en un vehículo oficial en compañía de un militar.
Aunque Carrasquilla no precisó el rango del uniformado, desde el Ejército emitieron un comunicado en el que revelaban que se trata del coronel Elkin Alfonso Argote Hidalgo, quien en la actualidad se desempeñaba como jefe de Estado Mayor del Comando de Reclutamiento, es decir el segundo cargo en importancia de esa unidad.
En el comunicado se advierte que se inició una indagación disciplinaria y “otras medidas administrativas”. No obstante, no precisan cuáles son esas decisiones, aunque por fuentes castrenses se conoció que aún no se puede hablar de destitución ya que el oficial debe tener un debido proceso de acuerdo con las pruebas que entregue la Fiscalía.
Una de esas evidencias serían las pruebas recaudadas durante los seguimientos de inteligencia que confirmarían que ‘Gárgola’ habría hecho uso de instalaciones militares, aparentemente, con el concurso del coronel Argote Hidalgo ya que son concuñados, así lo señaló Carrasquilla durante la presentación del resultado operacional: “se pudo establecer que esta persona llevaba dos meses escondido en una de las instalaciones de esta fuerza”. También llama la atención el hecho de que el uniformado no haya sido capturado en el mismo momento del arresto del capo.
Por ahora, las andadas de ‘El Alacrán’ y ‘Gárgola’ terminaron.