Cómo hacer
Esto le podría pasar a un perro si se come un huevo crudo
Mientras que algunos tutores prefieren incluir huevos crudos en la dieta de sus perros siguiendo la dieta BARF, otros optan por la versión cocida para evitar cualquier riesgo potencial
La alimentación de las mascotas en el hogar es un tema de gran importancia dado que es uno de los integrantes de una familia, así lo consideran muchos y por eso cada decisión con respecto a su cuidado siempre será motivo de muchas consultas. En medio de las discusiones, surge la pregunta: ¿Qué sucede si le damos un huevo crudo al fiel compañero canino?
El huevo es considerado una de las proteínas esenciales en la dieta de los perros. Si bien la dieta BARF (acrónimo de ‘Bones And Raw Food’ o ‘Biologically Appropriate Raw Food’) recomienda el consumo de huevo crudo, muchos expertos prefieren la opción cocida por diversas razones que aquí podrá revisar.
La importancia de esta proteína
El huevo es una excelente fuente de nutrientes, como ácidos grasos, selenio, aminoácidos esenciales y vitaminas A, B, D y hierro, que son muy fundamentales para la salud y el crecimiento de los perros. Sin embargo, el huevo crudo presenta ciertos rasgos, según varios profesionales, como la presencia de la proteína avidina en la clara, que puede interferir con la absorción de ciertos nutrientes y aumentar el riesgo de contraer salmonella.
Algunos especialistas defienden el consumo de huevo crudo como parte de la dieta BARF, argumentando que sus propiedades nutricionales se mantienen intactas en comparación con el huevo cocido. Sin embargo, otros advierten sobre los posibles riesgos asociados, especialmente en cachorros jóvenes, perros ancianos o inmunodeprimidos.
Es importante tener en cuenta, que la decisión de darle un huevo crudo al perro depende, en última instancia, de su criterio y de la evaluación de los riesgos presentes. Si se opta por ofrecerle huevo crudo, es relevante hacerlo con moderación y estar al tanto de los posibles efectos adversos. Por otro lado, cocinar el huevo elimina los riesgos asociados con la salmonella y garantiza la seguridad de tu mascota.
Mientras que algunos tutores prefieren incluir huevos crudos en la dieta de sus perros siguiendo la dieta BARF, otros optan por la versión cocida para evitar cualquier riesgo potencial para la salud de su mascota. Lo más importante es tomar una decisión informada y consultar con un veterinario si tienes dudas sobre la alimentación de tu perro.
¿Cuáles son las frutas que no deben comer los perros?
Así que, con base en esa premisa, es importante identificar, cuáles frutas no son adecuadas para alimentar a los perros. Una de ellas son las uvas y las pasas, pues estas pueden causar insuficiencia renal en los perros y deben evitarse por completo.
Otra de las que tampoco deberían considerarse como snack para nuestras mascotas son las cerezas, debido a que estas pueden ser peligrosas, ya que su núcleo contiene cianuro, que también las hace muy tóxicas para los perros.
Y ni qué hablar de las manzanas o las ciruelas que, al igual que las cerezas, también contienen cianuro en sus núcleos, lo que puede ser perjudicial para su salud.
Otra de ellas, que se ve inofensiva, es el aguacate, pues este contiene una sustancia llamada persin que puede ser tóxica y causar problemas gastrointestinales en los canes.
No obstante, pese a que sí pueden comer ciertas frutas, hay que cuidar que estar no tengan alto contenido de azúcar, ya que las frutas con alto contenido de azúcar, como el mango y el plátano, pueden contribuir al aumento de peso y a problemas dentales en los perros si se consumen en exceso.
Otras frutas que se deben evitar para los perros
- Higos: Los higos pueden causar problemas digestivos en los perros.
- Frutas cítricas: Las frutas cítricas como las naranjas, limones y limas pueden ser irritantes para el sistema digestivo de los perros y no se recomiendan.
- Frutas con pepa grande: Las frutas con pepa grande, como los melocotones y las ciruelas, pueden representar un riesgo de asfixia para los perros y, en algunos casos, las pepas pueden ser tóxicos.