¿Qué hacer si se presenta un apagón de energía prolongado?, tome nota para estar listo

Por Rodrigo Zamorano / especial para El País

Los “apagones” pueden tener múltiples orígenes como: Fallas técnicas y de mantenimiento de los equipos, sobrecargas del sistema, interconexión deficiente, factores humanos, infraestructura obsoleta, sabotaje, sismos, inundaciones, pulsos electromagnéticos (PEM), explosiones solares significativas, impericia y muchos otros.

En la memoria tenemos grandes apagones en: India, Puerto Rico, Estados Unidos, Italia, Brasil, Turquía, Argentina, Pakistán y recientemente en Europa occidental.

Con las experiencias recogidas, nos permitimos hacer algunas recomendaciones para que la ciudadanía conozca y esté preparada si se llegara a materializar esta amenaza en su domicilio - empresa y pueda sobreponerse de la mejor manera teniendo conocimiento, calma, organización y capacidades.

En particular una gran dosis de tolerancias y sentido común para adaptarse a las condiciones de no tener cajeros automáticos, estaciones de combustible fuera de servicio, señales de tránsito inservibles, alumbrado publico inoperante, ascensores bloqueados, restaurantes y almacenes sin poder atender, sistemas de pago fuera de servicio, supermercados solo recibiendo efectivo, peajes nulos, aeropuertos restringidos, y en general las ciudades y empresas sin una operación normal.

Recomendaciones generales que están asociadas a las características de las familias y empresas así por ejemplo:

• Agua, 3 litros por persona al día.
• Comida no perecedera.
• Radio con batería.
• Botiquín, medicamentos básicos.
• Dinero en efectivo.
• Vehículos con combustible.
• Procurar abrir la nevera lo menos posible.
• Las plantas eléctricas con mantenimiento y combustible suficiente, puertas eléctricas con sistemas de redundancia.
• Equipos médicos individuales con energía alterna, protocolos familiares y empresariales acordados y probados.
• En general la invitación es para que cada persona y municipio haga un ejercicio de simulación con los procesos que requieren energía y cuál es su plan de contingencia.

Evidentemente, las actividades y edificios indispensables como clínicas, organismos de socorro, servicios de seguridad (movilidad) comunicaciones, servicios públicos, etc, tienen su propio protocolo y Plan de Emergencia y contingencia.

Este plan contempla los principios de “continuidad del negocio” que debe ser actualizados y probados, en particular para que los municipios garanticen la oferta de agua potable y aguas servidas – residuales que requieren energía en los procesos de potabilización, manejo, conducción y distribución que son vitales para mantener la armonía de la comunidad.

La invitación es para que tengamos la oportunidad de pensar en estos escenarios y preparar un plan de contingencia que nos permita adaptarnos a estas amenazas que cada día son más evidentes y frecuentes.

Las comunidades preparadas y resilientes se ocupan en la tarea y no se preocupan especulando. Como diría el médico Gabriel Ochoa Uribe, considerado el más importante entrenador de futbol de la historia de nuestro país cuando le preguntan como hacía para lograr catorce títulos y campeonatos, respondía con humildad… “ENTRENANDO con disciplina”. Esa es la invitación. “El universo conspira con la acción”.