Colombia
Puestos de comida callejeros estarían utilizando carne en descomposición para vender empanadas y chorizos
Denuncian que algunos puestos de comida callejos estarían manipulando de manera indebida sus productos.
Los puestos de comida callejeros son los favoritos de muchos colombianos, sin embargo, hay que tener cuidado al momento de elegir dónde comer para evitar poner en riesgo su salud.
Existen reportes en los que se indica que algunos puestos callejeros preparan sus alimentos con la carne que es llamada ‘mota’.
Hace algunos meses, SEMANA conoció de mano de un vendedor que compraba la libra de ‘carne’ a tan solo $1.200 en las curtiembres. “Es donde arreglan todo el cuero para hacer chaquetas y zapatos; allá motean todos los días, y cuando raspan todo ese cuero sacan la carnecita que me sirve a mí para preparar este manjar”, subrayó.
Se trata entonces de una carne que no está procesada y que, según le dijo José Ramírez a Blu Radio, permanece en el suelo, “donde los perros se la están comiendo y eso se la venden a las personas que hacen pinchos o hamburguesas súper económicas”. Esta ‘carne’, también, es usada para los embutidos que venden en algunas zonas de la capital colombiana como El Campín, sectores de rumba, así como en la avenida Primero de Mayo.
Esta situación alarmó a los ciudadanos puesto que sin duda alguna, el consumo de empanadas, chorizos u otros alimentos preparados con este tipo de carne puede generar afectaciones en la salud. “La carne que compramos nosotros nos salió en $3.000, que esos fueron casi 8 o 10 kilos de carne, pero esa era la más barata del momento. También, uno puede encontrar la carne en otros precios, dependiendo del estado en el que esté”, añadió Ramírez en diálogo con Blu Radio.
Asimismo, Semana se trasladó hacia el sur de Bogotá, específicamente a San Benito, lugar en el que predomina el olor a cuero, a sangre fresca y a químicos. Es una zona desde la que entran y salen camiones de estacas de madera desgastada cargados de pieles. Allí, uno de los jefes del lugar mencionó que “hay clientes fijos, salsamentarias que fabrican salchichón y chorizo y venden por mayor para puestos callejeros. Tengo un pelado que viene todos los viernes y me lleva 50 kilos de una y 50 kilos de la otra”.