Barranquilla
Millonario capo asesinado en Barranquilla: quién era, cuál fue su fortuna y qué propiedades tenía
Tuvo empresas de lanchas rápidas y caballos de paso fino. Pagó condena en Estados Unidos.
Un nuevo atentado sicarial se registró en Barranquilla, este martes 16 de mayo en horas de la mañana, esta vez en el norte de la ciudad, que dejó a un hombre sin vida, quien, al parecer, sería un exmiembro de las AUC, del ala militar de Hernán Giraldo y Jorge 40.
De hecho, este atentado se registró exactamente en la calle 98 con carrera 59B, en el barrio Altos de Riomar, en el norte de Barranquilla. Por ese sector se movilizaba la víctima en una camioneta blanca y fue atacado por un sujeto en moto, que le propinó seis disparos.
Según información entregada de manera oficial por el comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, general Jorge Urquijo, se trata de un hombre identificado como Juan Carlos Gasca Legarda, quien en el año 2006 fue extraditado junto a ocho colombianos más a los Estados Unidos por narcotráfico.
“Una persona pierde la vida producto de un ataque con arma de fuego de un individuo que, de acuerdo con labores preliminares, se moviliza en motocicleta por ese sector. La víctima se identifica como Juan Carlos Gasca Legarda, una persona de aproximadamente 54 años de edad; esta persona tiene anotaciones judiciales y había sido requerido por extradición en el año 2005 por una corte federal de los Estados Unidos por el delito de narcotráfico”, reveló el alto oficial.
Juan Carlos Gasca fue capturado cuando participaba en una exposición equina de la Feria Internacional Agropecuaria en Colombia, tras ser solicitado por una corte federal de Washington por el delito de tráfico de estupefacientes.
“Esta persona había sido capturada aquí en Colombia y extraditada; posteriormente a haber pagado esas deudas con las autoridades americanas, había regresado al país y pues hoy se produce este lamentable hecho que estamos investigando con el fin de lograr la captura de los agresores”, anotó el comandante de la Policía Metropolitana.
Su historia y grandes lujos
Juan Carlos Gasca Legarda, exnarco y exparamilitar de 54 años, asesinado en la mañana de este 16 de mayo en la capital del Atlántico, hizo parte del entramado criminal de Hernán Giraldo Serna, conocido por sus alias de El Patrón, El Taladro o El Señor de la Sierra, exnarcotraficante y exparamilitar, y de Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, ambos excomandantes de las Autodefensas Unidas de Colombia; el primero del Frente Resistencia Tayrona, y el último, del Bloque Norte.
Gasca Legarda, nacido en la cabecera municipal de la localidad de Coconuco, en el municipio de Puracé, en el departamento del Cauca, ya se encontraba de nuevo en Barranquilla, después de cumplir una condena por narcotráfico en los Estados Unidos y también ser acusado como miembro de las AUC.
Después del mortal ataque en el que sicarios acabaron con su vida en Barranquilla, se han conocido muchos más detalles de lo que fue su historial criminal y hasta sus gustos y lujos.
Fue capturado en el mes de julio del año 2005, mientras se encontraba en la Feria Internacional de Agroexpo, en Bogotá, y montaba un caballo de paso fino avaluado en más de mil millones de pesos.
Para ese año, se conoció que su orden de extradición se dio por medio de la embajada en Bogotá. Allí, las autoridades americanas solicitaron a Colombia, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, la captura de Juan Carlos para comparecer ante un tribunal, en una corte federal de Washington, por los delitos federales de narcóticos.
Con su accionar criminal y con el apoyo de sus grandes padrinos logró tener lujosas propiedades adquiridas con la venta de cocaína que sacaba por Curazao y figuraba en una empresa de lanchas rápidas de razón social Grand Maritime Lines Brokers. Además, tenía una compañía que se dedicaba a la organización de eventos.
Vale mencionar que Gasca era un gran amante de los caballos de paso fino.
Gasca había llegado, según información extraoficial, desde hace dos semanas a la capital del Atlántico y había estado recibiendo llamadas extorsivas en las que le recordarían o lo asociaban precisamente con su pasado criminal.