Colombia
Campesinos en Cundinamarca están botando la leche por el bajo precio al que se la pagan
Algunos de ellos ya estarían optando por vender sus vacas.
Los campesinos de Fúquene, Cundinamarca, están indignados y tristes por la realidad de las condiciones laborales que tienen actualmente, debido a que la leche que producen no está siendo bien remunerado, por lo que prefieren botar el producto.
“Es muy barato el precio, nos tiene perjudicados. Uno con necesidades y los productos que se usan para los animales están muy caros”, expresó Purificación Rincón a Noticias Caracol.
De acuerdo con las declaraciones de varios campesinos, actualmente le están pagando el litro de leche en alrededor de $ 1500, lo que en realidad no les dejaría un margen de ganancia para ellos.
“En la actualidad está a $ 1600 pesos y he oído que está a más bajos precios porque hay recolectores que la pagan más barata”, indicó Luz Marina Páez, otra campesina afectada.
En teoría, para poder que se tenga un margen de ganancia, aunque no muy amplio, el litro de leche debería empezar a pagarse desde los $ 2000, pero en realidad el precio actual está haciendo que incluso se tengan pérdidas, según informaron los campesinos.
A esto se le sumó otro problema, y es que está ingresando leche en polvo desde otros países, por lo que la producción de leche de los campesinos estaría quedando en un segundo plano.
“Se nos vino toda esa leche y la de nosotros está sobrando. Al estar sobrando no hay quién la compre, la tenemos botada y estamos esperando a ver si el Gobierno nos soluciona este problema”, puntualizó José David Castiblanco, otro de los campesinos afectados.
La situación es tan crítica que se conoció que muchos campesinos están decidiendo vender sus vacas, para así poder obtener un poco de dinero con el cual sostenerse, teniendo en cuenta que la leche no está siendo pagada al precio justo.
“Es triste porque ver que mi papá se levanta a las 5:00 a.m. todos los días, de lunes a domingo, para que llegue con su lechita y la riegue, porque simplemente no son capaces de comprar al precio justo que el campesino se mata trabajando, es inaudito”, dijo Alejandra Pulido, hija de uno de los campesinos afectados.