Cali
Qué sienten y quieren los jóvenes caleños
A la juventud caleña le preocupa la falta de empleo, la desigualdad, las demoras en atención en salud y la falta de acceso a la educación superior. Confían en las universidades y muchos desean, con su trabajo y conducta, contribuir a los cambios que requiere la ciudad.
A escala nacional, los jóvenes de nivel socieconómico alto manifiestan menos sus emociones frente a las problemáticas que tiene el país. Los del nivel socioeconómico medio son los más volátiles en sus emociones y en el nivel socioecómico bajo perciben mayor alegría y sorpresa, pero, también, mayor tristeza, ira y miedo frente a las dificultades que vive Colombia.
A diferencia de la tendencia nacional, las emociones que sienten los jóvenes de Cali no están relacionadas con su condición socieconómica. Es decir, en la capital del Valle, los jóvenes de niveles socioeconómicos bajo, medio y alto manifiestan de igual manera su alegría, ira, miedo, sorpresa y tristeza, explicó Alejandro Cheyne, rector de la Universidad del Rosario.
Esta fue una de las conclusiones diferenciales relacionadas con el sentir de la juventud caleña frente al de la población joven de las otras ciudades del país, de acuerdo con el estudio ¿Qué piensan, sienten y quieren los jóvenes de Colombia? 2022, llevado a cabo por la Universidad del Rosario y otras entidades a través de 2010 encuestas en varios municipios del país.
El estudio del año pasado también develó que mientras a nivel nacional la tendencia mostraba que los jóvenes recuperaban su confianza en las instituciones, en Cali, no la recobraban. Y la credibilidad se mantenía en los mismos niveles de mayo de 2021, cuando tuvo su mayor caída durante el período del estallido social.
Las instituciones que les generan mayor confianza a los jóvenes de Colombia, entre ellos a los caleños, son las universidades públicas y privadas. Y entre las que menos confían están el Congreso, el Consejo Nacional Electoral, la Policía y las redes sociales.
Uno de estos jóvenes caleños que han perdido la credibilidad en las instituciones es Sara Liz Rengifo, de 19 años. La universitaria, estudiante de Comunicación Social en la Universidad Antonio José Camacho asegura, entre risas, que por naturaleza, “intenta dudar de todo siempre”.
En comparación con el promedio nacional, la juventud de Cali siente una mayor confianza en las universidades. Y prueba de ello es lo que siente Sara Rengifo, quien dice creer especialmente, en la universidad pública, porque es “la institución con la que más me podría sentir identificada”.
Gustavo Henao, UNIVERSITARIO, 23 años.Anhelo para Cali un transporte público eficiente y seguro; más presencia de las autoridades porque la inseguridad está muy disparada; más oportunidades de empleo y educación y arreglo en infraestructura
Problemáticas que les preocupa
De acuerdo con el mencionado estudio, la población juvenil de Cali muestra mayor agrupamiento de las problemáticas del país, lo que evidencia que los jóvenes de la capital del Valle les dan una valoración más similar a todas las problemáticas, a diferencia de la perspectiva nacional, “donde se diferencian problemáticas más y menos sentidas”, explicó el rector de la Universidad del Rosario, Alejandro Cheyne.
En las mediciones de esta misma investigación previas a abril de 2022, para los jóvenes caleños la problemática más sentida era la falta de empleo. Asimismo, para la medición posterior a abril del año pasado, reconocen la desigualdad, las demoras en atención en salud, la discriminación, la falta de acceso a la educación superior y la pobreza como problemas de menor proporción en comparación a la falta de empleo.
Adriana González, periodista, 25 años.Anhelo que Cali logre tener un gobierno que se enfoque 100% en sacar adelante la ciudad, que busque restaurarla, invierta en infraestructura, recupere las zonas públicas.
Es por eso que caleños como Gustavo Henao, de 23 años, lo que más reclaman que les brinde la ciudad a la población joven es “oportunidades de trabajo más que todo, porque el trabajo dignifica, no es deshonra. Uno con trabajo, primero, es un miembro útil de la sociedad. Segundo, aprende que se pueden conseguir las cosas sin hacerle daño a alguien, sin pasar por encima de nadie”. Y quisiera, agrega el universitario, más educación, y más inversión para las vías de Cali que tienen huecos muy grandes.
A nivel nacional, arrojó el más reciente estudio ‘¿Qué piensan, sienten y quieren los jóvenes de Colombia? (2023) que, en comparación con los resultados de hace cuatro años, los jóvenes consideran que hoy la ciudad en que habitan está peor (51 %), especialmente las mujeres (55 %).
Por regiones, el 59 % de los jóvenes del Occidente (donde están ubicadas las capitales de Cali y Pasto) creen que la ciudad donde residen está peor, con 8 puntos porcentuales por encima de la media nacional.
Sara Liz Rengifo, universitaria, 19 años.Me gustaría que en Cali no se les cerrara las puertas a los recién graduados de bachillerato por el puntaje del Icfes, que no fuera la única opción para poder entrar a una universidad pública.
En entrevistas realizadas por El País a jóvenes caleños, la gran mayoría describen a Cali como una ciudad que actualmente está “descuidada”, “congelada en el tiempo”, “deteriorada”, “desordenada”, “complicada”, “insegura”, “sin sentido de pertenencia”.
Sin embargo, muchos están dispuestos a contribuir desde su comportamiento y trabajo con los cambios que la ciudad necesita.
Gustavo Henao, por ejemplo, comenta que tiene presente una frase que solía pronunciar el líder indio Mahatma Gandhi, “que decía que hay que hacer el cambio que uno quiere en el mundo. Y si uno quiere que la ciudad se comporte de manera diferente, con base en el respeto, la tolerancia, la empatía, la solidaridad, pues tiene que empezar por uno. Si queremos que las cosas cambien, se debe empezar por uno mismo”. Entonces, concluye el universitario, eso le aportaría yo a Cali: la de un ser humano educado, respetuoso, honesto en su manera de ser, en su manera de actuar. Creería que los valores son el camino, asevera.
Laura Prado, médica general.Hay que fomentar el orden y la cultura ciudadana. Cali era admirada por su civismo, hay que rescatarlo. Y también la seguridad, por supuesto.
En temas culturales y de ciudadanía, opina el universitario y community manager Juan Pablo Zúñiga Idrobo, de 21 años, “siento que Cali va por buen camino, pues aquí somos cálidos y nos gusta apoyarnos entre nosotros”.
Entretanto, el médico Andrés Mondragón, de 26 años, manifiesta que desde ya aporta su granito de arena para una mejor ciudad. “Participo como voluntario en varias obras sociales. Lidero equipos de salud que trabajan en pro de personas en condición de alta vulnerabilidad social”.
Asimismo, la médica Laura Prado comenta que trata de conservar reglas básicas de convivencia: ser amable, respetar a los demás, y busca mantener limpios espacios de la ciudad.
Luis Flórez, médico general, 26 años.Cali es una ciudad próspera, con personas muy innovadoras, sin embargo, la falta de seguridad impide el avance de muchos.
Por su parte, la auxiliar de enfermería Luisa Rosero considera que contribuye a la ciudad manteniendo sus calles limpias, acatando las señales de tránsito a la hora de movilizarse, respetando y priorizando a los ciclistas y peatones.
Y muchos de los 558.604 jóvenes de entre 14 y 28 años que tiene la capital del Valle, de acuerdo con cifras de Cali Como Vamos (Información para Cali -Yumbo 2021) no solo reclaman para ellos mejores oportunidades sino que también vislumbran las grandes posibilidades que les puede brindar la ciudad.
Como Luisa Rosero, de 21 años. “Cali tiene mucho potencial para ser una ciudad ecoamigable, hay demasiados recursos naturales para cuidarlos y explorarlos, bastantes jóvenes con ansias de educarse, pero oportunidades muy limitadas, demasiado desempleo o paupérrimas condiciones de empleo, especialmente para gente muy joven o personas de avanzada edad”.
De ahí que muchachos como Juan Pablo Zúñiga, exhorten a la comunidad caleña en general a “que a los jóvenes se nos permita participar más activamente en las decisiones que se toman en nuestro municipio, pues al fin y cabo, vamos a ser nosotros quienes terminenos disfrutando o arreglando las cosas de Cali”.
Más sobre los jóvenes
- De acuerdo con el estudio ‘¿Qué piensan, sienten y quieren los jóvenes colombianos?’ (2023) los muchachos de la región Occidente (Cali y Pasto) están entre los más satisfechos con su vida (59 %). Le anteceden los jóvenes del Centro del país (64%); los de Orinoquía (62 %) y le siguen los de Bogotá (57 %). Los más insatisfechos son los del Pacífico colombiano (35 %).
- La alegría (65 %) continúa siendo la emoción que predomina en los jóvenes del país, seguida por la sorpresa (39 %); el miedo (23 %) y la tristeza (18 %).
- Para gestionar el manejo de sus emociones, el 65 % de los jóvenes detiene los pensamientos negativos; el 23 % habla mejor y de manera más positiva; el 13 % hace meditación.