¿Qué hay detrás de los choques entre conductores y agentes de Tránsito?

Las calles de la capital del Valle del Cauca se han convertido en un escenario en el que es cada vez más común encontrar a conductores y agentes de Tránsito discutiendo en tono airado y, no en pocas ocasiones, haciendo uso de la violencia.

Según cifras de la Alcaldía de Cali, en lo corrido del año se han registrado al menos 67 agresiones a guardas, en una espiral de violencia que tuvo su epítome el pasado 10 de diciembre, cuando Brayan Steven Yusti perdió la vida en medio de lo que habría sido una aparente persecución por parte de un agente en el barrio Tequendama.

Pese a la gravedad de este hecho, en las calles de la ciudad siguen presentándose acciones de intolerancia y disputas entre agentes y comunidad.

El ejemplo más reciente de esta situación se presentó el pasado miércoles, cuando trabajadores de una obra ubicada cerca del Centro Comercial Chipichape lanzaron objetos en contra de los guardas que se disponían a inmovilizar los vehículos estacionados en uno de los costados de la vía.

La situación escaló hasta el punto de que algunas de esas personas lanzaron bloques de cemento a los agentes, ratificando las situaciones a las que a diario se exponen estos servidores públicos, puesto que se han aumentado las tensiones entre unos y otros.

Frente a esa hostilidad que se registra en la capital del Valle del Cauca contra estas figuras de autoridad, el subsecretario de Movilidad de Cali, Sergio Moncayo, asegura que desde la institucionalidad se ofrecen diferentes herramientas para formar a los agentes en inteligencia emocional, de manera que sepan cómo sobrellevar esas situaciones adversas.

“Estas capacitaciones van encaminadas a darle manejo a las personas en las calles, para que ellos sepan cómo deben enfrentar situaciones que en algún momento pueden ser complejas”, señaló.

Parte de este trabajo se realiza al interior de esa Secretaría por parte de un grupo de psicólogos que tienen la tarea de brindar acompañamiento a los agentes y abrir canales de escucha frente a sus necesidades.

Ángela Dorronsoro, líder del equipo psicosocial de Movilidad, explicó cuáles son las herramientas que les brindan al personal de Tránsito: “Hacemos una orientación psicosocial con seguimiento. Cuando vemos que la situación es crítica, remitimos a las EPS, ya sea porque creemos que se requiere algo más especializado o porque deben tener valoración por psiquiatría”.

También aseguró que en lo corrido del año han atendido cerca de 1250 citas y que los principales problemas de los que se aquejan los guardas tienen que ver con trabajar bajo presión, sentirse vulnerables frente al trato de los ciudadanos y situaciones de orden familiar.

Dorronsoro se refirió a un cierto deterioro de la legitimidad de la Fuerza Pública en los últimos tiempos entre parte de la población: “Después del estallido social, ellos no son realmente reconocidos como figuras de autoridad. Y esta falta de reconocimiento les genera frustración”.

Cabe aclarar que, aunque la especialista aseguró que en esta Administración Municipal el personal ha aumentado, en la actualidad el grupo a su cargo está conformado por cinco profesionales para casi 800 agentes con los que cuenta la ciudad.

La difusa línea de legalidad

Uno de los hechos que más preocupación ha generado en la comunidad tiene que ver con la manera en la que los guardas de Tránsito actúan cuando un conductor intenta evadir un puesto de control.

Y dado que lo que ocasionó la muerte de Yusti fue resultado de una aparente maniobra peligrosa en una persecución, la discusión sobre si esos servidores públicos están o no facultados para realizar estas acciones cobró mayor importancia entre los caleños.

Frente a los rumores que corrieron luego de que se conociera el video entre él y el agente, el subsecretario de Movilidad aclaró que los guardas se rigen por el Código Nacional de Tránsito (Ley 769 del 2002), pero que no están facultados para realizar persecuciones, pues esa responsabilidad le corresponde a la Policía Nacional.

En esto concuerda Víctor Duque, abogado penalista, quien se mostró preocupado por los casos en los que agentes estarían realizando persecuciones.

“Las personas que evaden un retén no son delincuentes. Son personas que tienen algún documento vencido (...) Los agentes están teniendo un enfoque punitivo, más que pedagógico. Una cosa son las infracciones de tránsito y otras las funciones que tiene la Policía”, dijo.

Por su parte, Moncayo aclaró que los ciudadanos están en la obligación de hacer caso cuando un agente requiere que se detenga y explicó las circunstancias que dieron origen al operativo en el que falleció Yusti.

“Estos operativos son debidamente planeados, de acuerdo con la información que nos arroja el Observatorio de la Secretaría de Movilidad, que nos entrega los puntos donde se presentan mayores novedades en accidentalidad o fatalidades en la ciudad. Nosotros hacemos un planteamiento semanal y organizamos nuestros puntos de control”, explicó.

Por su parte, el abogado Germán Bolaños, quien representa al agente de Tránsito involucrado en el accidente que le costó la vida al motociclista, agregó: “Lo que estaba cumpliendo ese día el agente estaba dentro de un plan llamado ‘Puma’, donde varios de ellos están bajo observancia de los conductores, para ver si existen o no situaciones de ilegalidad”.

Y agregó que estos controles no requieren puntos fijos, como sí los puntos de control habituales.

Un caso bajo investigación

Elmer Montaña, el jurista que representa a la familia del conductor fallecido en el accidente de tránsito, señaló que hasta el momento ningún funcionario de la Fiscalía ha solicitado a la esposa de Yusti, quien iba como parrillera en la moto, para conocer su versión de los hechos.

“Al día de hoy ningún funcionario se ha acercado a hablar con la esposa de Brayan. Lo que vemos es que la Fiscalía no le ha dado mayor importancia a este hecho”, le manifestó a El País.

Y añadió que el ente acusador tiene la responsabilidad de establecer si el agente de Tránsito involucrado en el accidente debe enfrentar los delitos de homicidio preterintencional, homicidio culposo u homicidio agravado.

El subsecretario de Movilidad, Sergio Moncayo, señaló, por su parte, que están colaborando con la justicia: “Lo que estamos haciendo en estos momentos es entregarle toda la información requerida a los entes de control. A la Personería le entregamos toda la información, las órdenes de servicio que avalan que el agente estaba cumpliendo con sus funciones”.