Cali
¿Qué hay detrás de la caída de Alejandro Eder en las encuestas?
Analistas atribuyen el descenso en la imagen del Alcalde al excesivo tecnicismo de su gabinete y a la falta de respaldo de partidos políticos.
¿Es cierto que Alejandro Eder es, entre los alcaldes de las ciudades principales del país, el que hoy presenta la mayor desfavorabilidad?
La última encuesta de Invamer Poll, publicada por Noticias Caracol, deja ver una caída de nueve puntos en la imagen del Mandatario caleño desde junio, siendo la más baja en sus ocho meses de gestión y un crecimiento de su desaprobación de 34 % a 48 % (ver gráfico).
Las fuentes consultadas al respecto por El País coinciden en que el descenso en la favorabilidad del Alcalde puede estar relacionada con la falta de resultados perceptibles por los caleños, además de la ausencia de un sector político que lo respalde.
“El resultado de la encuesta puede ser asociado a una idea de ‘inmovilidad’, en el sentido de que la Administración Municipal no ha sabido mostrar victorias tempranas que sean exhibibles frente a la opinión pública y que se puedan mostrar como logros”, explica el profesor de Ciencia Política de la Universidad Icesi Juan Pablo Milanesse.
Para él, aunque el punto de quiebre podría ser lo que suceda con la realización de la COP16, “el Gobierno sí se tiene que apurar tratando de mostrar algún tipo de victoria, porque creo que la situación es preocupante”.
De acuerdo con él, Juan Camilo Vanegas, director de la Escuela de Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad de San Buenaventura, anota que “no es que la Alcaldía no haya tenido logros, porque los ha tenido; sin embargo, un gran problema que ha tenido en general la Administración, es la comunicación”.
Según él, “no hay una comunicación de Gobierno que realmente apunte hacia un norte en torno a qué es lo que está haciendo la Alcaldía y los grandes logros que se han tenido no se comunican adecuadamente”.
Un gabinete demasiado técnico
Un sentimiento compartido por las fuentes es que la caída de la imagen del Gobernante local se debe a la constitución de su gabinete, puesto que, si bien sobresale el tecnicismo, la ausencia de experiencia política y de ‘fogueo’ en el sector público son percibidos por los caleños.
“Es un gabinete con buenas hojas de vida, pero con personas que no están tan conectadas con el territorio de Cali ni con la dinámica del sector. Lo público tiene su forma de desarrollarse y es importante contar con experiencia para poder ejecutar un presupuesto. Entonces, se han cometido muchos errores que corresponden a funcionarios que son nuevos en lo público y que seguramente están tratando de avanzar en un Plan de Desarrollo técnico, pero con esa curva de aprendizaje que implica lo público”, dice Vanegas.
Asimismo, Luis Carlos Ojeda, asistente coordinador del Observatorio Cali Visible, señala que esa inclinación se vio en la formulación del Plan de Desarrollo, “cuando trajo funcionarios a las secretarías de enfoque técnico y racional, donde lo que importan son los datos antes que el panorama político. Eso quedó muy entredicho en todas las etapas de formulación del documento y le ha pasado alta factura, porque la ciudadanía no se ha sentido conforme con las decisiones como las toman esos funcionarios”.
Además, pone el ejemplo del escándalo de los comedores comunitarios, la primera polémica con la que tuvo que lidiar la Administración, donde la exsecretaria de Bienestar Social Ana Carolina Quijano se propuso modificar la estructuración de ese programa, despertando críticas entre sectores políticos, beneficiados y operadores. Tres meses después, la funcionaria abandonó el cargo.
“La exsecretaria desconoció que había unas dinámicas políticas implícitas alrededor de la adjudicación de los contratos de comedores comunitarios. Este y otros problemas han generado que Eder tenga que hacer constantes movimientos en el gabinete, como respuesta a esa cuestión de lo racional versus lo político y para atender las demanda ciudadanas que sostienen que es necesario interlocutar con jefes de despacho que sea mucho más sensibles al tema político”, añade Ojeda.
De otro lado, el docente de la Universidad Santiago de Cali y analista de medios Pedro Pablo Aguilera menciona que, aunque reconoce que el Alcalde “tiene buenas ideas, está desconectado con la realidad”.
“Eder no ha respondido a las expectativas ciudadanas acumuladas de varias administraciones, especialmente la de Jorge Iván Ospina, que fue desastrosa, donde se deterioró la seguridad interna, la calidad de vida y la infraestructura, pero no ha habido una capacidad de solución”, indica.
La ‘barrida’ de funcionarios
Otro escándalo con el que ha tenido que lidiar la imagen de Eder fue cuando removió casi todos los equipos que venían con su antecesor. Incluso, se decía en los pasillos del CAM: “El Alcalde no quiere nada que huela a Ospina”, pero fuentes consultadas aseguran que había funcionarios preparados que se debían rescatar, ya que no estaban relacionados con las denuncias de corrupción de ese Gobierno.
“Los cuestionamientos a la Administración anterior llevaron a cambiar la gran mayoría del personal y, pese a que esto no está mal, implica que procesos del diario vivir de un ente territorial como la Alcaldía se demoren aún más, porque los contratistas nuevos están aprendiendo”, dice Vanegas.
Y aclara que, aunque “sí hay personal con experiencia, los equipos están un poco equilibrados entre las personas que llegan nuevas a lo público y quienes tienen más trayecto en el sector, por lo que se genera que se dé este arranque tan lento de la Alcaldía”.
Sin apoyos políticos
Comparado con los alcaldes de las otras ciudades principales del país, los números para Alejandro Eder son cada vez más bajos. Por ejemplo, con un 74 %, la aprobación más alta la mantiene Dumek Turbay, de Cartagena; seguido por el de Medellín, Federico Gutiérrez, con un 73 %, y luego Álex Char, de Barranquilla, con 72 % de favorabilidad.
Según esas cifras, Aguilera opina que el Mandatario caleño “nunca ha tenido detrás de sí un partido político que lo respalde. Él es un movimiento muy heterogéneo, pero donde no hay coherencia de bancada, y eso hace que, frente a otros grupos políticos, no tenga fortaleza”.
Como se recordará, el triunfo de Eder se dio con el apoyo de facciones de partidos como el Conservador, Cambio Radical y Colombia Justa Libres, pero su candidatura no fue avalada en su totalidad por una colectividad.
Para los analistas, es precisamente esa falta de respaldo la que ubica, con una diferencia significativa, al Alcalde de Cali respecto a los demás gobernantes, quienes sí se han consolidado a través de partidos políticos.
Finalmente, para Aguilera, otro factor que influye es que “Eder es un tecnócrata, más no un político que tenga experiencia del ejercicio del poder y, en este contexto de dispersión y ausencia de partidos que lo respalden y más cercano a la teoría que a la práctica, la población caleña le está pasando la cuenta”.