Papayera navideña: la música que detiene el tráfico y enciende sonrisas en Cali

Por Mario Andrés Lozada Tezna, productor El País Cali.

En Cali, cuando llega diciembre, el sonido de la Navidad no solo se escucha en las casas o en las fiestas familiares, también se cuela entre los pitos de los carros y el murmullo del tráfico. En varios semáforos de la ciudad, aparece una papayera musical formada por un grupo de amigos que, año tras año, se reúne con un mismo propósito: llevar alegría, música y tradición a los caleños.

La historia del grupo comenzó desde el 2017, casi por casualidad. Fredy Andrade, ha sido el promotor principal. Lo que los unía era el amor por la música popular colombiana y, en especial, por la papayera, ese formato alegre de vientos y percusión que invita a sonreír y a moverse, incluso en medio del caos urbano. Con el tiempo, la idea de tocar juntos en diciembre se convirtió en una tradición que ninguno quiere romper.

Cada integrante tiene su instrumento: trompetas, trombones, redoblantes y bombos que, al unísono, llenan el aire con villancicos y canciones típicas de la temporada. “Mi burrito sabanero”, “Tutaina”, “Los peces en el río” y adaptaciones en ritmo de papayera de otros clásicos navideños hacen parte de su repertorio. La magia ocurre cuando el semáforo se pone en rojo y, durante esos pocos segundos, la ciudad se transforma en un pequeño escenario.

Los conductores bajan las ventanas, algunos peatones se detienen, otros sacan el celular para grabar y no faltan quienes acompañan la música con palmas o una sonrisa sincera. En una ciudad como Cali, conocida por su salsa y su espíritu festivo, la papayera Navideña se siente cercana, familiar, casi como un abrazo colectivo en plena calle. Para muchos, ese encuentro inesperado con la música se convierte en uno de los recuerdos más bonitos de la temporada.

“Lo que buscamos es sacar sonrisas en medio de días difíciles, mucha gente va con la cara larga y lo que queremos es alegrar un rato porque estamos en Navidad”, dice Junior, uno de los integrantes del grupo, que con su trompeta y su energía disfruta cada canción que interpreta con sus amigos.

Más allá de tocar por unas monedas, el grupo tiene una motivación clara: compartir alegría. Dicen que diciembre es un mes cargado de emociones, no siempre fáciles, y que la música puede ser un puente para recordar la unión, la esperanza y la celebración. Cada semáforo es una oportunidad para cambiar el ánimo de alguien, aunque sea por un instante.

Al final del día, cuando guardan los instrumentos y se despiden hasta el siguiente semáforo, saben que han cumplido su misión. Su papayera no solo interpreta canciones, también cuenta una historia de amistad, tradición y amor por la ciudad. En medio del ruido cotidiano, estos amigos demuestran que la Navidad en Cali también se vive en la calle, al ritmo de trompetas, redoblantes y sonrisas compartidas.