Cali
“No hemos visto un cambio de comportamiento para levantar la sanción de la tribuna sur del estadio”: Jairo García, secretario de Seguridad de Cali
El funcionario detalló también el plan para bajar homicidios, que subieron un 20 %.

Jairo García, el secretario de Seguridad de Cali, jamás lo había visto de esa manera: en esta entrevista reconoce que también es una víctima de la inseguridad de Cali.
Sucedió cuando tenía 12 años y se fue a jugar maquinitas a Cosmocentro. A eso de las 5:00 de la tarde, cuando salió del centro comercial, unos “pelados” lo siguieron con la intención de robarle los tenis, “los más feos que he tenido”. Lo hicieron sentarse para que se los quitara y, en medio de un descuido, Jairo corrió.
Cuando llegó a su casa en el barrio Tequendama pensó que se sentía “fresco”. Al tocar su pecho, vio un río de sangre brotando: una puñalada cerca al corazón. El cuchillo por fortuna no tocó el órgano vital.
– Todavía no puedo decir si eso fue lo que impulsó para que yo desde chiquito empezara a trabajar en este tema de la seguridad, pero me recuerda que eso es lo que no debe pasar ni en Cali ni en ninguna parte de Colombia, y es que los niños sean víctimas de la violencia.

Cuando se es víctima de la inseguridad, ¿cambia la manera de dirigir una Secretaría como la suya?
Hay una sensibilidad, no solamente mía si no algo que tenemos muy cercano con el alcalde Eder, y es que él se ha dedicado a la reconciliación, a sacar niños de la guerra. Cuando trabajas con niños y jóvenes, terminan siendo la prioridad. Porque no se puede perder una generación ya sea porque hay grupos interesados no solo en cooptarlos, instrumentalizarlos, sino en herirlos. Es lo más doloroso. Cuando ves quiénes son las víctimas de los homicidios en Cali, el 50% está entre 14 y 28 años, jóvenes que tenían un proyecto de vida por delante.
Por eso la obsesión del Plan de Gobierno y de Desarrollo para romper la violencia, cuidar a los jóvenes, ofrecerles un proyecto de vida y esa es una apuesta como sociedad, ni siquiera como Administración.
Hablemos de la propuesta del toque de queda para menores.
Llevamos conversando este tema con el Alcalde desde el año pasado, cuando empezamos el programa ‘En la buena’ que trabaja con jóvenes, en la mayoría mayores de edad, entre 18 y 28, y veíamos niños de 10, 12, 14 años en la calle, solos, a las 11:00 p.m. y la pregunta es: ¿de quién es la responsabilidad? Debería ser un deber inicialmente de la familia, pero pusimos el debate sobre la mesa.
Hace dos semanas el Concejo también plantea esa discusión, que nos parece muy sano que se haga, ellos pensaban en un tema más focalizado, un toque de queda en el oriente de Cali, pero nosotros pensamos que es un tema de ciudad, una apuesta como sociedad para que realmente nos hagamos la pregunta: ¿cómo hacemos cada uno de los actores de la sociedad para proteger los niños?
El decreto plantea que los niños, niñas y adolescentes menores de 18 años tengan que estar acompañados por sus padres o por sus tutores legales después de las 10:00 de la noche. Hasta las 10 de la noche hay una cierta autonomía, esperamos que sea una autonomía supervisada, pero después de las 10: 00 p.m. tiene que haber un adulto que esté atento. La medida va hasta las 5:00 de la mañana.

¿Hay excepciones?
Por supuesto. Si son jóvenes que están estudiando en la universidad en la noche y van para su casa no hay ninguna afectación. No queremos hacer una interrupción de los proyectos de vida, lo que queremos es poner sobre la mesa que los padres de familia tengan una mayor conciencia sobre la importancia de la supervisión de los menores.
¿Qué pasa si un menor está sin sus tutores después de las 10: 00 p.m.?
Esperamos que sea un procedimiento progresivo. Si el niño está frente a su casa, lo llevamos a su casa. Si estamos hablando de un pelado lejos de su casa, debemos hablar: qué estás haciendo acá. Y ahí podemos determinar si es un traslado a un hogar de paso, o a las Casas de la Justicia. Lo que esperamos es que los padres de familia, pero no solo ellos, la comunidad en general, protejamos a los niños y que unos personajes que están interesados en su instrumentalización y el reclutamiento, no nos ganen este reto.
¿Cuándo arranca la medida?
Eso tiene un proceso, unos vistos buenos de la dirección jurídica, y el Alcalde al final es quien toma la decisión.

Los homicidios aumentaron un 20% este año. ¿Por qué?
Se debe tener en consideración varios temas. El año pasado, entre enero y marzo, tuvimos el 80% de la reducción de los homicidios en Cali. Alcanzamos a tener una reducción de 60 casos entre enero y marzo. Entonces estamos comparando contra dos de los meses más exitosos en términos de reducción de homicidios en los últimos 30 años. Sabíamos que iba a ser difícil mantenerlo, que el colchón no iba a estar entre enero y marzo, sino que probablemente íbamos a tener que lograr la reducción entre abril y diciembre de 2025.
También hemos tenido una serie de efectos colaterales de unos enfrentamientos entre organizaciones criminales, uno desaforadamente fue el que ocurrió en el Bulevar del Oriente, con un triple homicidio. Varios de los responsables ya fueron capturados. Lo hemos tenido en otros sectores de la ciudad, como Meléndez. Por eso el Alcalde ha sido muy claro. Todas las acciones requieren mayor presencia, mayores controles, porque presencia no es necesariamente controles y un ejercicio coordinado con la Fiscalía para judicializar a aquellas organizaciones que están asesinado.
¿Se dejó de hacer algo en la estrategia de prevención?
Lo que nos pasa en la estrategia de seguridad es que los controles empiezan a volverse paisaje. Se normaliza cierta presencia en ciertos sectores. Entonces vamos a hacer un ejercicio mucho más flexible de los controles. También vamos a tener una nueva capacidad, unos grupos de alrededor de diez motocicletas, que van a ir haciendo presencia. Pero no hemos bajado ninguna actividad. Estamos teniendo muy buenos resultados en los hurtos y tenemos toda la convicción de que vamos a bajar homicidios en los próximos meses.

Hay demasiadas armas circulando en Cali. ¿Qué se está haciendo?
Nos preocupan tanto las armas blancas, como las armas de fuego. Tenemos que atacar la normalización de ese porte de armas. En cerca del 20% de lesiones y homicidios se utiliza un arma blanca. También hacemos controles con la Secretaría de Movilidad porque cerca del 70% de los hechos violentos en Cali ocurren con el uso de una moto. Entonces con Movilidad hacemos controles mixtos, de seguridad vial y si hay antecedentes o porte ilegal de armas. Estamos trayendo capacidades adicionales, trabajando con Interpol, porque es muy importante detener el tráfico de armas, que es un delito transnacional. Hemos visto desde incautaciones de armas que vienen de Estados Unidos a través de los correos, hasta una modificación de armas traumáticas. Por eso hemos venido visitando los establecimientos que las venden. Con las modificaciones que les hacen pueden disparar hasta dos tiros que pueden ser letales.
Una queja es la inseguridad en el MÍO. ¿Qué se hizo para reducirla?
Hemos venido trabajando con Metrocali, con los operadores, para garantizar mayor presencia, mayor control y mejores resultados. Ocho de cada diez caleños se montan por lo menos una vez en el MÍO al mes. Hemos identificado los principales escenarios de victimización, aumentado la presencia física de la Policía, fortaleciendo la vigilancia privada y estamos trabajando para que los buses sigan aumentando la capacidad de video vigilancia. Con esto hemos logrado la reducción del 65% en los hurtos.

¿Por qué se mantuvo la sanción de la tribuna Sur para América?
La decisión se tomó después de unos hechos muy violentos que ocurrieron en diciembre, no solo el partido contra Nacional, sino con el Junior. Y la sanción es colectiva, porque el comportamiento fue colectivo. La sanción se mantiene y esperamos la propuesta de transformación de comportamiento. Por eso hemos invitado al América para que nos apoye en las estrategias de seguridad pero también de cultura ciudadana, y que fortalezca los controles. Porque el dueño del evento es el América.
Yo esperaría que se hablara más de lo que pasó. Hubo comportamientos colectivos como contra Junior, cuando se fueron a buscar en otras graderías hinchas del equipo visitante para sacarlos. Eso es inaceptable. Colectivamente solicitan que levanten la sanción, pero no hemos visto un cambio de comportamiento. Recordemos también que hemos tenido más de 30 policías lesionados por los disturbios en el estadio.
¿En qué consiste el programa de Justicia Restaurativa que se lanzó?
Este es un programa muy importante. La meta es que el 95% de los jóvenes que entren al programa, no reincidan en ninguna actividad criminal. Es un programa en el que en vez de tener medidas de restricción de la libertad para los jóvenes que han cometido afectaciones, podemos tratarlos y generarles un proyecto de vida distinto.

¿Cualquier delito puede ser resuelto por esta vía?
Bogotá, que ya empezó con el modelo, ya incluye delitos violentos. Tenemos que empezar en Cali. Vamos a empezar por delitos materiales.
¿Qué pasaría con un joven que haya cometido un hurto en una tienda?
Tendría que asistir a una serie de sesiones psicosociales de carácter obligatorio, unas sesiones en aras de resarcir la comisión de ese delito. Si no está asistiendo a un proceso educativo, tendría que ingresar. Son una serie de pasos que quien cometió la afectación debe ir cumpliendo.
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