VISIÓN DE GÉNERO
"En Guapi yo no sabía que era negra": Johana Caicedo, subsecretaria de Equidad y Género de Cali
Johana Caicedo Sinisterra, de sonrisa abierta y mirada fuerte, con el tiempo se convirtió en activista y defensora de derechos humanos, es quien desde agosto está al frente de la dependencia.

10 de nov de 2019, 11:35 p. m.
Actualizado el 31 de dic de 2024, 01:13 a. m.
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Desde muy niña, en su Guapi natal, ayudaba en su casa a cuidar a los sobrinos, a cocinar, a lavar la ropa en el río y caminar miles de metros hasta su casa, cargando galones de agua sacada del río- Y en su adolescencia ya ayudaba a sus padres, a sacar adelante la colchonería de la familia.
Ella es Johana Caicedo Sinisterra, a quien desde niña le conocen como ‘la mella’, porque junto a su hermano Jhon Jarry son los menores de los diez hijos de Mayimbú y Aurora; Johanna, la mujer de sonrisa abierta y mirada fuerte y determinante, con el tiempo se convirtió en activista y defensora de derechos humanos, es quien desde agosto está al frente de la Subsecretaría de Equidad y Género de Cali.
Fue justo la fortaleza y confianza que le dieron sus padres lo que le ayudó a darle vida a sus sueños y salir a conquistar un mundo, tan distante de las costumbres de su municipio anclado al litoral pacífico.
“Yo tenía 16 años, mi mamá y yo nos sentamos en el ranchito que era donde se hacían los colchones y ella me dijo: -‘Mella’, yo no quiero que vos pasés el mismo trabajo que yo; yo quiero que estudiés, no quiero que aprendás a hacer colchón, porque si aprendés a hacer colchón, te vas a quedar en la casa siempre- y lo hice, le hice caso. Esa conversación con mi mamá fue muy importante”, recuerda.
Ahí empezó la travesía. Lo más difícil para ella no fue solo el hecho de salir de su tierra. “Cuando salgo de Guapi, empiezo a ver cosas muy distintas, entre ellas el paisaje y encontrarme con una ciudad como esta super desarrollada comparada con mi tierra. Primero, que había agua en la llave, o sea que no había que sacar el agua del río y se podía prender el bombillo de la luz cuando quisieras, en esas cosas que son tan simples, encontraba las más grandes diferencias.”
Johana además cuenta cómo encontró una ciudad racista, donde no entendían su forma de actuar, de hablar y hasta su manera de caminar. Sin importar los obstáculos, ella estaba dispuesta a lograr aquello que muy pocos pueden lograr en su tierra natal, entrar y estudiar en una universidad.
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Se presentó a la Universidad del Valle y aunque la primera vez no quedó, por no saber cómo era el proceso, un día se encontró con unos amigos a los cuales llama “manitos” y ellos le explicaron cómo debía hacer para poder ingresar. Fue así como logró ser admitida en Filosofía por cupos de admisión por programa, para comunidades negras. “Entrar a la universidad fue algo que me abrió los ojos, empiezo a participar en movimientos estudiantiles y afro y ahí empieza el liderazgo”.
Allí se destacó por su liderazgo y llegó a integrar el Consejo Académico de la Universidad, desde donde impulsó reformas para beneficiar a estudiantes afrodescendientes.
Esta guapireña ha vivido toda su vida situaciones donde ha sido juzgada y discriminada por su color de piel y por su sexualidad. “En una materia de lenguaje, yo fui a recoger mi nota, el profesor me miró a la cara y me dijo: ‘Usted la pierde’. Tenía 3,5 y me puso 2,5. No le discutí nada, solo lo mire y le dije está bien. Luego volví a matricular con él y esa vez no me pudo bajar mi nota de 4,5”.
La situación ocurrida, Johana se la adjudica a la mirada cerrada y racista del profesor, que dice pudo combatir con su mirada franca y pacífica; de esa manera ha podido sobrellevar muchas cosas en su vida. “Por supuesto, me tomo el tiempo para vivirlo, porque duele [...] En Guapi yo no sabía que era negra... yo era una mujer, yo era ‘la mella’, la hija de Mayimbú y Aurora, y acá me doy cuenta que soy negra”.
Ese fue su primer gran despertar. Pero vendrían muchas más que enfrentar. Cuando Johana asume su sexualidad y decide vivirla, generó que en el grupo de comunidad negra, en el que ella estaba por más de 5 años, hicieran todo lo posible para sacarla.
“Fue muy intenso, porque eran mis amigos y mis hermanos. Yo no me imaginé que asumir mi sexualidad fuera tan problemático, me dolió mucho, yo me acuerdo días llorando, fue muy triste. Entonces eso me llevó a pensar un grupo que fuera no violento y que permitiera la diversidad sexual… momentos tristes y dolorosos, se convierten en algo positivo, eso es lo que he intentado hacer en mi vida y espero seguirlo haciendo”, expresa Johana.
Por eso crea la fundación “Somos Identidad” que trabaja temas de género, identidad étnico-racial y diversidad sexual. “La misión de la fundación es generar mayor bienestar para las poblaciones negras y Lgtbiq. Hemos logrado excepciones de matrícula para los estudiantes afro en la Universidad del Valle, ya muchos jóvenes se han graduado y son profesionales y buscamos que el ser profesional no solo transforme la vida de ellos, sino la de su familia pero que también ayuden a la alabanza del pueblo negro.”
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Desde 2016, Johana está vinculada a la Alcaldía de Cali como coordinadora del equipo de Prevención de las Vulneraciones y Promoción de los Derechos Humanos de la Secretaría de Paz y Cultura Ciudadana. Ahora, cómo subsecretaria de Equidad de Género, despacha desde Casa Matria, donde se atiende a mujeres víctimas de violencia basada en género y se les otorga la participación que les corresponde en su entorno social, económico y político.
Dice que una de sus metas es desnaturalizar y erradicar las violencias silenciosas “Cómo el patriarcado en su fortaleza, logra hacer que una violencia tan grave, sea invisible se ha naturalizado, por ejemplo, te pueden decir es que “si no me cela, no me quiere”, entonces lo que buscamos es desnaturalizar estas situaciones”.
Otro sueño es poder entregar, antes que culmine la actual administración, la segunda Casa Matria de Cali. “Hemos venido trabajando en la territorialización para abrir este espacio, hemos logrado tener un predio en el oriente de Cali, en el barrio Laureano Gómez y estamos allí en los trámites pertinentes para poder dejarlo con todos los requerimientos”.
Actualmente Johana vive con su esposa y su hijo de 6 años, el cual dice ser su más grande orgullo. “Me motiva el pensar que es posible que personas diversas nos encontremos y podamos trabajar, que logremos generar bienestar conjunto y respetando esas diferentes formas de ver el mundo, tratando que esas brechas sean menos anchas y menos largas”.
Atención de violencias
Este año, el Hogar de Acogida de la Alcaldía de Cali ha atendido a 66 mujeres víctimas de violencias basadas en género, en riesgo de feminicidio, así como a su grupo de dependientes, constituido por 90 niños y niñas.
Asimismo, desde Casa Matria reportaron los primeros 10 meses del año la atención a 8 12 mujeres víctimas de violencia, con acompañamiento y asesoría desde el área psicosocial, jurídico penal y de familia. Si necesita apoyo, llame a Casa Matria al 6688250.
Como parte de la ruta de atención a mujeres víctimas, desde la Policía Metropolitana de Cali opera la Estrategia Integral de Protección a la Mujer, Familia y Género, Emfag. Si usted necesita apoyo, puede comunicarse a la línea 156.
En caso de necesitar atención de la Fiscalía, busque la Unidad de Reacción Inmediata Calle 10 #6-25 Tel: 3187825416 - 6204400
Ext: 1155 - 1131 - 1140 (24 horas)
Perfil
Estudios: Profesional en Filosofía y Magister en Educación con énfasis en educación popular y desarrollo comunitario de Univalle. Actualmente cursa estudios de doctorado en Humanidades.
Reconocimientos: Orden Policarpa Salavarrieta del Congreso, por las acciones realizadas en su trabajo social.
Trabajó en la construcción del módulo de la escuela política, desarrollada por la Mesa Municipal de Mujeres de Cali.
Exaltación de honor del Concejo de Cali, como líder social en la construcción de identidad étnico racial, de género y de diversidad sexual.
Otros alcances
Este año, la Subsecretaría realizó 19 acompañamientos a instituciones en el sector universitario, de sensibilización, rutas y protocolos de atención. Además, se hicieron 3 cátedras itinerantes por la equidad de género.
A través de alianzas con el sector privado se trabajó con 443 mujeres emprendedoras en procesos de fortalecimiento, de acuerdo al nivel de maduración de su unidad productiva.
De otro lado, la Subsecretaría de Equidad de Género capacitó un total de 170 taxistas de la empresa Taxis Libres, con el objetivo de generar cambios en actitudes y comportamientos equitativos.
A través de la Escuela de Masculinidades, se capacitaron 45 hombres, con el fin de generar conciencia sobre las violencias y solidaridad.