Cali
Emcali entregó a un privado el negocio de las antenas por 20 años y lo único que ha recibido son líos y deudas
El polémico contrato se firmó en el gobierno de Jorge Iván Ospina por el gerente de Emcali, Juan Diego Flórez, con la multinacional Tower One Wireless. Van tres años y aún no le deja ni un centavo.
Por: Hugo Mario Cárdenas López / Editor de la Unidad Investigativa
La que vendieron durante el gobierno de Jorge Iván Ospina como una “gran alianza estratégica” en el componente de Telecomunicaciones de las Empresas Municipales de Cali, terminó siendo un convenio plagado de irregularidades en el que ganan todos, excepto Emcali, según el propio supervisor del contrato.
El cuestionado convenio, al que ya nadie quiere referirse, se suscribió el 22 de octubre de 2020 entre el entonces gerente de Emcali, Juan Diego Flórez, y la representante legal de la empresa Tower One Wireless, Alexandra Ricardo Acevedo, sellando una alianza para la implementación de un sistema de interconexión.
Señala el contrato 400-CAE-175 del 2020 en su objeto, que Emcali le cede su infraestructura de telecomunicaciones durante 20 años a esta empresa para que la explote económicamente, subarrendándoles el espacio a las empresas operadoras de telefonía celular en el país. En contraprestación, la multinacional con sede en Miami y una filial en Bogotá, le pagará un canon de arrendamiento mensual a Emcali por cada poste.
Aunque algunos exdirectivos de Emcali consideran que es una tercerización que está favoreciendo económicamente a alguien, pero no le deja nada a Emcali, la oferta que hizo llegar Tower One Wireless y la justificación que hizo el gerente de la Unidad Estratégica de Negocios de Telecomunicaciones de Emcali (Telco), Libardo Sánchez Agredo, pintaba un panorama alentador para un componente que, a diferencia de Energía y Acueducto, solo deja pérdidas diarias a las Empresas Municipales.
Sobre el papel, lo que haría Tower One Wireless, que para efectos de este convenio se llama Tower 3 S.A.S, es instalar 200 postes entre 16 y 30 metros de altura y con conexión por fibra óptica suministrada por Telecomunicaciones de Emcali para el servicio de los operadores de telefonía móvil que se ubiquen en estas antenas para transmitir sus señales.
Esto le generaría a Emcali, “según el realismo mágico que nos pintaron en una reunión de la Junta Directiva”, dice uno de los miembros bajo reserva de identidad, pagos mensuales entre $300.000 y $1.200.000, dependiendo de la altura del poste y que ese valor se incrementa año a año con el IPC.
Se dijo en esa presentación que Emcali tendría ingresos proyectados a 5 años de $22.212 millones; a 10 años $57.600 millones; a 15 años por los mismos $57.600 millones, y a 20 años ingresos por $72.000 millones. Igualmente, que los ingresos totales acumulados proyectados durante toda la vigencia de la alianza estratégica, los 20 años, sería de $209.412 millones.
No obstante, más de tres años después del inicio del convenio, Emcali no solo no ha recibido un centavo por el subarriendo de parte de su infraestructura a las empresas de telefonía celular, sino que a la fecha le adeuda a Tower 3 S.A.S cerca de $110 millones por trámites que dijeron adelantar sin ser de su competencia.
El País buscó al entonces gerente del área de Telecomunicaciones de Emcali, Libardo Sánchez Agredo para indagar por qué era necesario ese contrato, a quién favorecía y las irregularidades del mismo, pero vía telefónica aseguró que “hay cosas un poquito delicadas que me gustaría decírtelas personalmente”. No obstante, se pactó una cita, pero no llegó.
“Yo estuve desde el principio y sé lo que pasó... porque esa empresa va a demandar y allá te contaré”, fue todo lo que adelantó el entonces gerente de Telecomunicaciones de Emcali.
Tampoco fue posible lograr comunicación en ninguno de los números telefónicos que figuran a nombre de Tower One Wireless ni con los mensajes de contacto que se enviaron a través de su página web.
Algunos de los detalles del convenio se conocieron a través del supervisor de la alianza estratégica, Juan Manuel Arias, quien aseguró de entrada que ese contrato es lesivo a los intereses de Emcali y que ha sido imposible hacer supervisión porque aunque está en ejecución, le han negado la información solicitada.
El contrato se supervisa solo
Los reclamos que ha presentado el supervisor de la alianza estratégica entre Emcali y Tower 3 S.A.S evidencian que el mismo se vendría ejecutando por encima de toda norma y a voluntad del contratista.
“Ríase usted de lo que es ese contrato; arranca hablando de instalación o cambio de postes y no se sabe en qué momento o con permiso de quién se cambian a torres o antenas. Ahora, se firmó el 22 de octubre del 2020 y no pasó una semana y ya estaban haciendo el primer otrosí, quitándole la obligación al contratista de adquirir una póliza; y sin haber firmado el contrato ya estaban montando antenas”, aseguró Juan Manuel Arias.
En un documento del 19 de octubre del 2020, días antes de la firma del contrato, William Fernando Estrada, funcionario de Tower One Wireless, le envía una carta a Jofre Fernando Quiñones, asesor de la Gerencia de Emcali, anexando documentos para la solicitud de permisos para la instalación de infraestructura de comunicaciones ante Planeación Municipal, que para entonces estaba al frente Roy Alejandro Barreras.
El País ubicó a Estrada Mosquera, quien aseguró que ya no era empleado de Tower One Wireless y que durante el tiempo en el que estuvo laborando solo hizo trámites sin que a la fecha sepa en qué quedó el convenio.
“Yo era solo un empleado que radicaba documentación, pero ni soy la empresa ni estoy encargado. Sí radiqué solicitudes de permisos, pero no sé en qué quedaron porque ningún proceso finalizó antes de que yo me fuera. Es más, no sé siquiera si esa empresa aún existe porque yo hace mucho que no trabajo allá”, indicó el exfuncionario de Tower.
Al respecto, el supervisor del contrato aseguró que Tower One Wireless “ha levantado 117 antenas y ninguna tiene licencias, aunque ellos dicen que solo ha puesto 16 antenas, pero eso es para liquidar menor valor a Emcali a la hora de pagar el arrendamiento”.
“Hay puntos donde se realizaron observaciones de ubicación, como separadores viales, glorietas, isletas de giro y ciclorrutas, entre otras, que debían contar con concepto de viabilidad de la Secretaría de Movilidad; también afectaciones de individuos arbóreos debían tener el concepto de viabilidad del Dagma, pero cero pollito. Aquí están violando todas las normas municipales”, explica el supervisor del convenio.
Agrega que se necesitaban autorizaciones de varias dependencias para hacer uso del espacio público como la Oficina de Planeación Municipal, el Dagma, la CVC, las curadurías, algunas alcaldías y de la Aeronáutica Civil, porque hay antenas muy altas cerca a la Base Aérea, pero ningún permiso se tramitó.
Incluso, se instaló una antena dentro del humedal del Limonar, en el sur de Cali, que generó el rechazo y la investigación por parte de la Personería Municipal. (Ver nota anexa).
“Desde mi competencia he solicitado a Tower One que me entregue la información clara y precisa, relacionada con el cumplimiento de permisos, licencias de construcción municipales, y documentos para construir soportes estructurales para antenas tipo monopolo y hasta el momento no he recibido la información”, señala Arias en una carta a la Agencia Nacional del Espectro, ANE.
“Esto dizque aparentemente es de Emcali, pero eso es falso. El que cobra por cada operador, ahí están instalados Movistar, Claro, WOM, y dicen que cada operador pagaría hasta cuatro y cinco millones mensuales por cada torre, y lo que le da Tower One Wireless a Emcali por cada torre no sería ni un millón de pesos. Eso no quedó claro en el contrato y a la fecha Emcali no ha recibido un centavo”, denunció Arias, quien no ha estado al frente del contrato desde el inicio, sino que llegó luego en remplazo.
Presiones al supervisor
Algo turbio debe contener la alianza estratégica de Emcali y la firma bogotana para que el supervisor Juan Manuel Arias, esté recibiendo presiones para que accediera a liquidarlo cuanto antes.
Así está contemplado en algunos documentos que conoció El País y que están en manos de la Personería y de la Contraloría, donde el supervisor expresa su “preocupación por la presión y el afán que ha ejercido sobre mí el secretario general de Emcali, Carlos Olmedo Arias; el jefe de la Unidad Administrativa, Luis Antonio Muñoz, y el gerente, Fulvio Soto, para dar por terminado anticipadamente el convenio. Ellos querían liquidarlo antes de irse y me negué firmar”.
“He dicho que no estoy de acuerdo con terminar el contrato sin que previamente se revisen las condiciones técnicas, económicas y jurídicas relacionadas con el cumplimiento de las obligaciones y las expectativas pactadas en esa alianza”, expresa Arias.
Al respecto, el exgerente general de Emcali, Fulvio Leonardo Soto, negó haber intentado ejercer algún tipo de presión sobre el supervisor del contrato con Tower One Wireless.
“De mi parte no lo he hecho; ni siquiera sé quién es el supervisor de ese contrato. Me parecen muy irresponsables esas afirmaciones y él tendría que probar que yo lo estoy presionando... En este momento, por mi salida, desconozco en qué quedó el convenio, pero sería importante preguntarle al gerente del área que corresponde”, aseguro el exgerente general de Emcali, Fulvio Soto.
Al cierre de este informe, desde adentro de Emcali alertaron sobre la existencia de otro contrato con Tower One Wireless que sería similar al que hoy pretendería liquidar la empresa.
La torre que tambalea en El Troncal
La antena instalada en la estación de Telecomunicaciones de Guabito, en el barrio El Troncal, apareció en el lugar de la noche a la mañana. “Los trabajadores se fueron el viernes, y cuando llegaron el lunes, ya estaba montada”, asegura Juan Manuel Arias, quien supervisa ese convenio.
Aunque los documentos del convenio señalan que esa antena quedaría ubicada en la Calle 34, entre carreras 8 y 8ª, apareció dentro de la Telefónica de Guabito, localizada en la Calle 34 A con Carrera 10.
Pero no es solo la dirección la que no coincide, según el supervisor del convenio de alianza estratégica; al parecer los estudios de suelos tampoco corresponden al lugar.
“Resulta que Tower One Wireless me presenta un estudio de suelos de siete páginas y cuando me voy a buscar en la oficina, me dan un estudio de suelos que no coincide con el otro. ¿Y por qué no coincide el estudio? Sencillo, porque serían de lugares distintos” , explica Juan Manuel Arias.
Agrega que: “Aquí la preocupación mía en Guabito es la siguiente: yo comienzo a destapar las cámaras que había al exterior de la planta y veo mucha agua, y agua limpia; y comienzo a investigar que había un daño desde hace ocho años y resulta que la planta del sótano de Guabito se llenaba de agua y colocaron unas bombas aspirantes. Ahora hay una inclinación de esa torre hacia la comunidad. Esa torre ya ha dañado la cimentación de la parte exterior de Guabito”.
Es un día de mediados de enero pasado y habitantes del sector llegan hasta la estación de telecomunicaciones de Guabito preocupados no solo por el daño en la parte baja de la estructura, sino por la forma en la que se tambalea la antena, que en ocasiones se inclina hacia el lado del colegio y en otras parece recostarse en dirección a varias de las viviendas aledañas.
“Aquí no se hizo trabajo de socialización con la comunidad, ni con los docentes de la escuela y ni siquiera con el mismo personal de Emcali que labora en esta estación de Guabito”, asegura uno de los residentes del barrio El Troncal en la reunión que realizan en uno de los salones del tercer piso de la centra de Emcali.
Por su parte Rodrigo Hernández, presidente de la Junta de Acción Comunal de El Troncal, asegura que tienen “una preocupación latente porque es un elemento demasiado pesado, que no cumple con unos requisitos mínimos para su ubicación y, adicional a ello, fue situada donde no era. Si uno la mira al pie de la estructura que la soporta, ya presenta una inclinación hacia el lado de las viviendas”.
“La parte donde está instalada la antena, en su estructura como tal, está fracturada completamente. Como Junta de Acción Comunal le enviamos un derecho de petición al gerente de las Empresas Municipales de Cali, el señor Roger Mina, y estamos a la espera que nos conteste; pero la idea de la comunidad, y de la comunidad estudiantil es que entiendan nuestra preocupación por peligro inminente que representa esa estructura para todos. Nosotros queremos que esa antena sea retirada completamente de ahí; que le busquen otro sitio porque no la queremos aquí”, aseguró el presidente de la JAL, Rodrigo Hernández.
El País intentó conocer la posición de la nueva gerencia general de las Empresas Municipales de Cali, Emcali, y vía WathsApp habló con su gerente general Roger Mina Carbonero, quien todo lo que indicó es que “no tengo conocimiento del tema. Ya pido la información”, pero luego fue imposible comunicarse con él de nuevo.
“Hace unos meses me coge el secretario anterior, Olmedo Arias, y Luis Antonio Muñoz y me dice: ‘Juan Manuel vamos a dar por terminado el contrato’, pero yo ya había hecho un informe de diez páginas contando todas las anomalías encontradas”.
Instalaron antenas hasta en el humedal de El Limonar
Sin permisos del Dagma y sin haber hecho socialización con los habitantes de la Comuna 17, localizada en el sur de Cali, la empresa bogotana socia de Emcali, Tower One Wireless, instaló una antena de comunicaciones dentro del espacio que comprende el humedal del barrio El Limonar, en el sur de Cali.
Aunque la torre se levantó dentro del polideportivo El Limonar, el mismo se encuentra en el área de protección de 30 metros que contempla el plan de manejo ambiental del humedal, como lo demostró Mirenci González, líder de la Comuna 17 en una solicitud para suspender de manera definitiva la antena de telecomunicaciones, que ya había sido instalada.
“Acabamos de enterarnos que las Empresas Municipales están instalando una antena 5G, escuchen bien, 5G en el humedal de El Limonar. ¿Será que no saben que es una zona protegida? ¿Será que se les olvidó muy oportunamente “socializar” el proyecto? ¿Será que no saben que el HUMEDAL DEL LIMONAR es un frágil ecosistema que tiene una comunidad que lleva más de 20 años velando por su protección y conservación?”, escribieron líderes del sector el 23 de marzo de 2021 desde la cuenta de instagram @limonarhumedal, en la que comparten todo lo relacionado con la reserva natural.
“¡No queremos sus antenas en nuestro humedal! Requerimos que la Personería Municipal y la autoridad ambiental actúen de inmediato... a nuestros amigos, vecinos y personas que vean este mensaje comedidamente les solicitamos nos ayuden compartiendo este texto”, alertaba la cuenta.
Proceso disciplinario
Ante la evidente falta de los permisos correspondientes para que funcionarios de la Oficina de Planeación Municipal y de Emcali autorizaran la instalación de una antena dentro del área de protección del humedal El Limonar, la Personería Distrital de Santiago de Cali formuló pliego de cargos el 31 de octubre del 2023 contra Ricardo José Castro Iragorri, quien era el subdirector del Departamento Administrativo de Subdirección de Espacio Público y Ordenamiento Urbanístico del Departamento de Planeación Municipal de Santiago de Cali para la época.
Según el ente disciplinario, el funcionario incurrió en “falta gravísima” al proferir un acto administrativo con licencia de Intervención y Ocupación del Espacio Público sin contar con la autorización de la autoridad ambiental, “originando un riesgo grave para la preservación del medio ambiente”.
Igualmente, se abrió pliego de cargos contra David Blandón Romaña, quien para entonces se desempeñaba como gerente del área de Tecnologías de la Información de Emcali, también por presunta “falta gravísima” en relación con la salud pública, los recursos naturales y el medio ambiente.
En su caso, señala el proceso, omitió de manera injustificada funciones propias de su cargo “al desarrollar proyectos propios de su área, con presunto desconocimiento de los permisos de la autoridad ambiental”.
“Fueron tan atrevidos, que nos aseguraron que tenían todos los permisos para la instalación de esa antena. Por fortuna el trabajo entre los líderes de este sector y funcionarios de la Personería se pudo evitar que hicieran ese daño que iban a causar”, indicó un habitante de El Limonar.
“La comunidad fue la que no dejó construir, pero no están respetando permisos”, agregó el supervisor Arias.