Cali
El drama de los habitantes de Chiminangos II, en Cali: “Estoy pagando arriendo en otra parte y vengo a cuidar mi casa”
Decenas de habitantes han abandonado sus viviendas ante el temor de un colapso.
Hace 30 años Bella Manchola llegó al barrio Chiminangos II, a la torre G del sector siete, en el norte de Cali. No obstante, jamás se le pasó por su mente que debería volver a pagar un arriendo después de tener su casa propia, ¿el motivo? El avanzado deterioro presentado en las áreas comunes del inmueble, en especial, sobre las escaleras.
Ella, al igual que otras 60 familias, se han enfrentado a un auténtico calvario. El acelerado crecimiento de las grietas en la estructura, sumado a la dilación en la entrega de autorizaciones que les permitan realizar las refacciones, han acentuado la desesperanza.
“Nosotros somos los dueños, pagamos impuesto predial, pagamos impuestos y servicios. Pero, en este momento, me veo en la necesidad de pagar arriendo en otra parte”, señaló Manchola.
Recordó que, tras una visita de los organismos de prevención de desastres, le hicieron la invitación para abandonar su vivienda, a partir de ello accedió y buscó otro inmueble donde residir mientras se encontraban soluciones a la crisis.
Bella Manchola ya cumple siete meses por fuera de su hogar, sin embargo, todos los días viene a su apartamento con la esperanza de recibir noticias positivas sobre el inicio de las labores de reparación y estar pendiente de sus enseres.
“Vengo a cuidar mi apartamento, porque la Policía no se pronuncia, entonces, tengo que venir porque yo tengo cosas aquí. Ya vamos para un año pagando arriendo y no tenemos respuestas”, explicó.
¿Por qué no inician las labores de renovación?
María del Rosario Ocampo es quien ha tenido la responsabilidad de representar a los vecinos ante las autoridades de la ciudad. Han sido decenas las reuniones que ha sostenido con dependencias de la Alcaldía, organismos de prevención de desastres y la curaduría con el propósito de obtener los permisos necesarios para efectuar las labores de reparación.
“No estamos pidiendo plata, no estamos pidiendo ayudas de ninguna clase, solo que nos den el permiso para hacer el arreglo de las torres”, apuntó.
Ocampo hizo énfasis en que, actualmente, de 60 familias, solo 12 se mantienen en el edificio, los demás han tenido que salir por el temor generado ante un posible colapso de la estructura.
Añadió que las grietas en el área de las escaleras que comunican a las torres aparecieron hace más de un año. No obstante, en los meses recientes el deterioro ha sido mucho más acelerado, lo cual ocasiona pánico por la separación que es visible a simple vista.
María del Rosario Ocampo aseguró que los trámites ante la Curaduría han sido dispendiosos y no han obtenido respuesta positiva para realizar la intervención.
“Nos han negado el premiso, lo que ellos dicen es que ha sido una cuestión de tiempo. Incluso, que la decisión también ha sido porque un juez le habría ordenado a las autoridades hacer un estudio del suelo, pero eso ya viene desde hace mucho rato”, resaltó.
Destacó que la Personería instauró una tutela, sin embargo, en primera instancia fue negada, luego se pudo apelar y finalmente la aceptaron.
“La tutela tenía una vigencia de 30 días para que ellos vinieran a hacer el estudio del suelo y ellos aquí no se han presentado a hacer algo, entonces, nos quedamos sin el estudio del suelo y sin la posibilidad de hacer una reparación”, dijo Ocampo.
Cabe resaltar que las fisuras son fácilmente reconocibles desde las afueras de los apartamentos, pero al interior de los mismos, durante un recorrido realizado por El País, no se pudieron observar. En ese sentido, la mujer aseveró que el daño solo afecta las áreas comunes de la edificación.
La mujer mantiene la esperanza intacta de que se pueda concertar una solución para los residentes, pero de momento continuarán con las diligencias necesarias para obtener el visto bueno de la Curaduría y efectuar los trabajos necesarios para la refacción del inmueble ubicado en la Comuna 5 de la capital vallecaucana.
Esfuerzos en contra del colapso
Una de las entidades que ha acompañado a los habitantes de la agrupación uno del barrio Chiminangos II ha sido la Personería de Cali, la cual ha participado de múltiples mesas de trabajo con la Inspección de Policía de la Comuna 5, la Secretaría de Gestión del Riesgo y Desastres y la Secretaría de Seguridad y Justicia con el propósito de abordar desde un punto de vista integral aquellos hechos que afecten la tranquilidad de los vecinos.
“En el marco de una sentencia de tutela, se ha impartido una orden a la Alcaldía para que, a través de la Secretaría de Gestión del Riesgo, se contraten estudios técnicos especializados. Actualmente, estos estudios se encuentran en fase de contratación, según los informes emitidos por los órganos de control”, afirmó la institución a través de un comunicado.
De igual manera, se mencionó que la última intervención conjunta entre la Administración Distrital y la Personería fue realizada en enero, cuando se hizo una caracterización y sensibilización a los residentes de los bloques E, F y G del conjunto residencial.
Para la Personería de Cali es clave concertar respuestas de forma oportuna para solventar las necesidades de los habitantes, al tiempo que se previene cualquier tipo de hecho o situación que atente en contra de la integridad de las familias que residen en el lugar, a pesar de los problemas presentados en la infraestructura del edificio.
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