Cali
Cali, la ciudad de los bosques urbanos, ¿Sabe dónde están ubicados?
Hay 30. Literalmente no son bosques, sino una red de parques y espacios verdes entre públicos y privados en días de cambio climático. Sin embargo, la comunidad advierte falta de mantenimiento en varios de ellos. Hay dudas en manejo de contratos.
Por Santiago Cruz Hoyos, editor de Crónicas y Reportajes
Cali es una ciudad de bosques urbanos. En total son 30. La mayoría los conocen los caleños, los caminan, trotan en ellos, pero sin la conciencia de que tienen esa categoría, ‘Bosques Urbanos’. Está el Guadual de la 56, por ejemplo, el Parque del Acueducto en San Antonio (uno de los bosques urbanos más grandes), está también el parque de La Flora, la Loma de la Cruz, el Corredor de las Flores, o el Bosque Urbano Alcibiades Libreros Varela, en el barrio El Refugio, en memoria del fiscal asesinado el 29 de diciembre de 2019.
La iniciativa comenzó a mediados de 2018, explica Carlos Acosta Pinzón, representante del Dagma en la Red Comunitaria de Bosques Urbanos. Carlos es agrónomo, egresado de la Universidad Nacional, y en la ciudad es llamado “el padre de los bosques urbanos”.
Es quien ha estado al frente de esta estrategia de conservación de las zonas verdes de Cali, tanto públicas como privadas, motivada por un contexto difícil: la ciudad es la tercera del país con una población cercana a los tres millones de habitantes y, por esa urbanización progresiva, imparable, el 75% de esta capital se encuentra en ‘islas de calor’.
Es decir que, debido a la acumulación de edificios, cemento, que absorbe calor pero lo libera lentamente, la temperatura aumenta, a diferencia de lo que pasa en la naturaleza. Por eso hay días en los que pareciera que habitáramos en un horno.
Además, Cali solo ofrece 2.46 metros cuadrados de áreas verdes públicas por habitante, cuando el indicador óptimo fijado por la Organización Mundial de la Salud es de entre 10 y 15 m2. De ahí la importancia de cuidar lo que se tiene.
Aunque por supuesto, los bosques urbanos de Cali no son, literalmente, ‘bosques’, entendidos como áreas repletas de árboles y fauna.
– El concepto de ‘bosque urbano’ ha ido construyéndose. No son específicamente bosques como los conocemos, sino una amalgama de espacios públicos (parques barriales, rondas de canales o ríos, separadores viales, campus universitarios) y privados ( unidades residenciales, áreas verdes de centros de salud o deportivos), que hacen parte de la malla verde de la ciudad – explica Carlos Acosta.
Los proyectos, entre los que se incluyen planes de manejo, señalética, construcción de andenes, diseño de jardines y demás, han sido diseñados por los miembros de la Red de Bosques Urbanos con apoyo técnico del Dagma y presentados a la CVC, que maneja la contratación y la supervisión. La Red de Bosques Urbanos como tal no ejecuta recursos.
La Red que tanto se menciona está conformada por ciudadanos interesados en la protección del medio ambiente, y algunos de ellos vienen haciendo reclamos y pidiendo aclaraciones sobre el manejo del presupuesto de los bosques urbanos.
El pasado 5 de mayo de 2023 le enviaron un derecho de petición a la CVC para que les informara sobre la ejecución de contratos firmados con la Fundación Fluxus que no se habían terminado o presentaban demoras. Según el documento, varias de las obras, con corte al 28 de octubre de 2022, estaban sin iniciar, y el porcentaje de los trabajos en ejecución o entregados era muy bajo.
Por ejemplo, en el bosque urbano Las Flores, donde se programaron siembras de jardines polinizadores, instalación de señalética, diseños de andenes, construcción de perchas para aves, el 73% de los trabajos estaban sin iniciar, y el 27% en ejecución. Ninguna de las obras contratadas había sido entregada.
En el Bosque Urbano San Miguel, el 67% de las obras estaba sin iniciar, lo mismo que en el bosque urbano Multicentro; en la Loma de la Cruz los trabajos sin iniciar ascendían al 83%.
El siguiente paso de la Red de Bosques Urbanos fue hacer la respectiva denuncia de estas presuntas irregularidades ante Contraloría. El proceso sigue abierto, por ello la CVC explicó que de momento no se pronunciaría.
– Los Bosques Urbanos de Cali tienen varias problemáticas. Uno es el manejo de los recursos por parte de la CVC. Los contratos que han firmado no se han ejecutado como se esperaba, presentan demoras, algunos los terminan a los trancazos, y son alrededor de mil millones de pesos comprometidos. Otro problema es el mantenimiento y limpieza de los bosques urbanos, que no se está haciendo con la periodicidad que se requiere – advierte José Venancio Palacios, más conocido como J Palacios, integrante de la Red de Bosques Urbanos.
Un ejemplo de lo anterior es lo que sucede con el bosque Alcibíades Libreros Varela, del barrio El Refugio. Carmenza Libreros, hermana del fiscal asesinado, denunció la falta de mantenimiento de los jardines polinizadores.
– Cuando los diseñaron quedaron muy bonitos, pero se olvidaron de ellos. Los jardines tienen una malla soportada en palos de madera, que se pudrieron y se cayeron. Las mallas están en el piso. Muchas plantas han muerto ya, cuando la idea inicial era atraer pájaros y mariposas. La comunidad destruyó además una zona del bosque y la convirtió en parqueadero. Los habitantes de calle se robaron la señalética, diseñada en metal. Los que cuidamos este corredor arbóreo necesitamos apoyo de las autoridades ambientales – dice Carmenza.
La falta de mantenimiento y limpieza de los bosques urbanos se debe a otra problemática de la ciudad: el nuevo PGIRS, (Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos), una especie de guía de los operadores de aseo para saber cuándo y dónde barrer tanto las calles como las zonas verdes, está suspendido. Y para que los operadores de aseo hagan su labor, requieren ese documento, elaborado por Planeación, que es la entidad que finalmente determina cuántas veces se barre, dónde, qué días de la semana y demás.
– Al final, el gran problema de los bosques urbanos de Cali es que entre las autoridades hay un ‘peloteo’ permanente de las responsabilidades que tienen en estos espacios. El Dagma no se apropia de ellos como se espera. Ellos deberían ser los principales dolientes – agrega J Palacios.
Cuando Carmenza Libreros ha llamado la atención sobre el descuido de los bosques urbanos, le han respondido que la comunidad debe apropiarse de ellos. Ella dice que eso es cierto, pero que los vecinos, solos, no son suficientes.
– Una golondrina no hace verano.
El llamado del barrio El Ingenio
El parque de El Ingenio no entra aún en la categoría de bosque urbano. Sin embargo, es uno de los pulmones verdes de Cali. De ahí que los habitantes del barrio hacen un llamado para que se atienda la que consideran una degradación ambiental progresiva.
“Sentimos que la administración ha abandonado el cuidado de estos espacios. La señalética de la Ruta del Sirirí ya no está, la pedagogía se ha perdido, las basuras son permanentes así como la mercantilización de los espacios verdes”, comenta Sebastián Vargas, presidente de la JAC
Uno de los temas que más preocupa es la tala de más de 60 árboles del parque de El Ingenio, para la construcción de un muro de contención que prevenga inundaciones. La comunidad argumenta que es necesaria la obra, pero no afectando al medio ambiente.
“Hemos instaurado una tutela ante la Alcaldía. Pedimos que cesen las afectaciones y la respuesta es que esto le compete a X o Y despacho, violando el debido proceso”, agrega la JAC.