Bienestar
Reconocido neurólogo lanza advertencia: “Dormirse en menos de cinco minutos no es ningún superpoder”
El estrés, la cafeína, el alcohol y las comidas pesadas pueden afectar la calidad del sueño, según explicó el especialista.
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28 de nov de 2025, 06:16 p. m.
Actualizado el 28 de nov de 2025, 06:16 p. m.
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Al llegar la noche, para muchas personas conciliar el sueño es una tarea fácil y para otros es más complejo, por lo que creen que aquel que se duerme rápido es muy afortunado.
Esta idea se basa en la obsesión por medir cada aspecto del descanso, impulsada por aplicaciones, relojes inteligentes y nuevas rutinas de “higiene del sueño”, las cuales transformaron la percepción social de dormir bien.
No obstante, el neurólogo Conrado Estol analizó cuáles hábitos realmente favorecen un descanso reparador y cuáles pueden empeorarlo, desmontando además ideas muy difundidas.

Entre su aclaración, él explicó que contrario a lo que se cree, quedarse dormido en menos de cinco minutos no es una habilidad extraordinaria, sino un signo de agotamiento acumulado.
“Si alguien se duerme en menos de cinco minutos, no es un talento envidiable, sino una señal de déficit crónico de sueño”, señaló el neurólogo en conversación con La Nación.
Según el portal de información de salud, National Heart, Lung, and Blood Institute, “la deficiencia de sueño puede provocar problemas de salud física y mental, lesiones, pérdida de la productividad e incluso una mayor probabilidad de muerte“.
Para Conrado Estol lo normal es que el cuerpo tarde entre 10 y 15 minutos en entrar en el primer estado de somnolencia.
Asimismo, expuso que cerca del 40 % de la de la población no duerme lo suficiente y resaltó que en la actualidad se está presentando con frecuencia un fenómeno denominado la ortosomnia, un tipo de insomnio causado por la obsesión de optimizar el sueño y monitorear cada minuto de la noche, lo que paradójicamente empeora el descanso.
Para evitar esto, es importante conocer el funcionamiento del sueño, el cual se basa en ciclos, que incluyen fases livianas, sueño profundo y etapa REM, repetidas entre cuatro y cinco veces.

Las primeras reducen la frecuencia cardíaca y la temperatura corporal; el sueño profundo favorece la liberación de hormona del crecimiento; y la fase REM consolida recuerdos y procesa emociones.
Estudios recientes citados por el especialista evidencian que una reducción del sueño REM o un retraso en alcanzarlo podría anticipar riesgo de demencia, especialmente en adultos mayores.
Harvard Health expone que cada ciclo de sueño dura entre 80 y 100 minutos y el primer episodio REM suele durar solo unos minutos, pero esta se va alargando con cada ciclo de sueño.
“Los recién nacidos pasan aproximadamente la mitad de su tiempo de sueño en sueño REM. Este tiempo comienza a disminuir alrededor de los 6 meses y continúa disminuyendo durante la infancia y la adolescencia. A los 20 años, la mayoría de las personas pasan poco más del 20 % de su tiempo total de sueño en sueño REM. En los adultos mayores, el tiempo de sueño REM disminuye ligeramente, hasta aproximadamente el 17 % a los 80 años”, declaró el instituto.
Estudios recientes citados por el especialista evidencian que una reducción del sueño REM o un retraso en alcanzarlo podría anticipar riesgo de demencia, especialmente en adultos mayores.

Comunicadora social con experiencia en comunicación organizacional, creación de contenido digital y redacción periodística y corporativa.
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