¿Dejar encendida la nevera todo el día o apagarla? El error común que puede dañar el electrodoméstico

El refrigerador, también llamado nevera, es uno de los electrodomésticos que permanece en funcionamiento constante durante todo el año, sin pausas. Debido a su uso ininterrumpido, representa una parte importante del consumo eléctrico en los hogares.

Por este motivo, muchas personas se preguntan si realmente es indispensable mantenerlo encendido las 24 horas del día, especialmente cuando buscan optimizar el uso de la energía durante periodos como vacaciones o mudanzas.

Estas dudas suelen aparecer cuando se intenta reducir el valor de la factura eléctrica. No obstante, de acuerdo con el blog de FIATC Seguros, los fabricantes advierten que encender y apagar el refrigerador de forma reiterada puede acortar su tiempo de vida útil y, en algunos casos, generar averías que implican reparaciones costosas.

La nevera es uno de los pocos aparatos del hogar diseñados para operar sin interrupciones. A diferencia de otros electrodomésticos, necesita estar encendida de forma constante para cumplir su función principal: conservar los alimentos a temperaturas seguras. Si se detiene su funcionamiento, los productos perecederos podrían estropearse, lo que representa un riesgo para la salud de quienes los consumen.

Este equipo trabaja con un sistema hermético que comprime gases y realiza ciclos automáticos de encendido y apagado, programados de fábrica para optimizar el consumo energético sin afectar su rendimiento.

Cuando se desconecta por un tiempo prolongado, el compresor necesita realizar un esfuerzo adicional al reiniciar, lo que puede generar un desgaste prematuro del motor y aumentar el riesgo de fallas si se repite con frecuencia.

¿Cuándo se puede apagar la nevera sin causar daños, pero con cuidados?

Aunque lo ideal es no desenchufarla, hay escenarios puntuales en los que sí se puede apagar, siempre y cuando se tomen ciertas precauciones. Según una evaluación realizada con inteligencia artificial, si la ausencia del hogar se extiende por más de una semana, lo recomendable es vaciar completamente la nevera, descongelarla, limpiarla a fondo, secarla bien y dejarla apagada con la puerta entreabierta.

Este procedimiento evita el gasto innecesario de electricidad y reduce la posibilidad de que se forme moho por acumulación de humedad. Sin embargo, es clave cumplir cada paso. No basta con desconectarla sin más.

Es indispensable retirar todos los alimentos, eliminar el hielo del congelador para evitar filtraciones de agua y dejar las puertas apenas abiertas para permitir la ventilación. Si se omiten estas acciones, podrían generarse daños internos por humedad, corrosión en los componentes e incluso cortocircuitos al volver a encenderla.

En cambio, si se trata de ausencias cortas, de menos de tres días, lo más adecuado es dejar la nevera funcionando normalmente. En estos casos, se aconseja verificar que la puerta quede bien cerrada y que los alimentos que queden dentro no estén cerca de su fecha de vencimiento.