El listado de ingredientes japoneses que ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro

Si cada persona es aquello que come, es lógico pensar que la razón de la longevidad y buen envejecer de los japoneses se deba a los alimentos de su dieta. En realidad, se trata del país en el mundo con la mayor esperanza de vida en su población, a pesar de las extensas jornadas laborales.

Y es que la alimentación juega un papel fundamental.

De acuerdo con el medio digital Business Insider, los siguientes son cinco ingredientes japoneses que contribuyen a alargar la esperanza de vida y frenar el envejecimiento de las personas.

Wasabi

El wasabi, conocido por su distintivo sabor picante y verde intenso, no solo agrega emoción a los platos, sino que también ofrece beneficios antienvejecimiento.

Contiene compuestos antioxidantes que ayudan a enfrentar los radicales libres, reduciendo el estrés oxidativo y promoviendo la salud celular. Además, el wasabi se ha asociado con propiedades antiinflamatorias, contribuyendo a la prevención de enfermedades relacionadas con la edad avanzada.

Salsa de soya

La salsa de soya en Japón es un ingrediente imprescindible en cualquier cocina, ya que ninguna persona puede cocinar sin ella. Esta salsa es un condimento esencial en la cocina japonesa que no solo mejora el sabor de los platos, sino que también ofrece beneficios para la salud.

Rica en fitoquímicos y antioxidantes, la salsa de soja ha demostrado tener propiedades antienvejecimiento al ayudar a combatir la inflamación y proteger las células del daño. Además, su contenido de proteínas y aminoácidos esenciales ayuda a la salud muscular y al cuidado de una piel firme y lustrosa.

Alga nori

Es el alga que envuelve el arroz del sushi. Asimismo, se trata de un ingrediente para frenar el envejecimiento. Es una fuente rica de nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y antioxidantes.

Además, el alga nori contiene aminoácidos que contribuyen a la producción de colágeno, promoviendo que la persona tenga una piel joven y saludable.

Miso

El miso, una pasta fermentada hecha de soja y granos, es un componente fundamental en la cocina japonesa. Su proceso de fermentación no solo mejora la digestión, sino que también genera enzimas y probióticos beneficiosos para la salud intestinal.

Una flora intestinal saludable está vinculada a un envejecimiento más lento y una mayor longevidad. Además, el miso es rico en antioxidantes que ayudan a combatir el estrés oxidativo y apoyan la salud celular. En Japón las sopas de miso son un complemento a varios platos que se consumen muy a menudo.

Té verde

Por último, el té verde es un pilar en la cultura japonesa y se ha ganado su reputación como un elixir de la juventud. Sus abundantes catequinas y antioxidantes, han demostrado tener propiedades antienvejecimiento al combatir la inflamación y proteger contra enfermedades crónicas.

El té verde también se ha asociado con la mejora de la salud cardiovascular y la reducción del riesgo de enfermedades relacionadas con la edad.