Salud
Así se prepara el té de jengibre para perder peso, regular el azúcar y mejorar la digestión
Especialistas señalan que el té posee facultades para mejorar la salud. Conozca cómo aporta a su bienestar.
Una de plantas medicinales que más trae beneficios para el organismo es el jengibre, una raíz con alto contenido de calcio, hierro y potasio, muy conocido en la cocina. Como tal, esta planta hace parte de la familia de las zingiberáceas, a la que pertenecen también la cúrcuma y el cardamomo.
Entre sus principales características, el jengibre posee un sabor picante que lo hace ideal para integrarlo a las comidas y darles más intensidad a los sabores. Sin embargo, no solo es famoso por sus usos gastronómicos, sino también por una serie de beneficios para la salud del organismo y sus fines medicinales.
Al contener gingerol, paradol, zingerona, shogaol, el jengibre busca acelerar el metabolismo y hace que el cuerpo queme una mayor cantidad de grasa y consuma más energía. Así mismo, es saciante y ayuda a reducir el apetito, y además elimina las toxinas acumuladas, además de combatir la retención de líquidos, la cual causa inflamación en distintas zonas del cuerpo.
También ayuda a combatir el dolor de garganta y los resfriados comunes. Por otra parte, favorece a la salud gastrointestinal, evitando síntomas como náuseas, cólicos y vómitos. También tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, por lo que el té de jengibre puede prevenir enfermedades como cáncer, diabetes y obesidad.
El jengibre también es diurético y termogénico, por lo que su té puede favorecer la eliminación líquidos en el cuerpo y ayuda a quemar grasa corporal.
El té se puede hacer con jengibre fresco o en polvo. Para su consumo se puede preparar con limón, canela, cúrcuma o nuez moscada, si se quiere, ya que puede mejorar el sabor y sus nutrientes. Sin embargo, para obtener todos los beneficios de este alimento, se debe llevar una dieta sana y balanceada.
Perder peso
Como se mencionó anteriormente, su acción diurética aporta a la eliminación del exceso de líquidos corporales. De la misma manera, la bebida aumenta el gasto de calorías y ayuda a quemar grasa, aportando a la pérdida de peso.
Aliviar náuseas y vómitos
El consumo de té de jengibre tiene un aporte antiemético que mejora los síntomas de náuseas y vómitos. También ayuda a mejorar el apetito en personas bajo tratamiento con quimioterapia.
Ayuda a la digestión
Al tener alto contenido de antioxidantes, el té de jengibre aporta a las funciones del hígado y del estómago, ayudando a la digestión y eliminando los gases intestinales.
Puede prevenir la diabetes
Sus antioxidantes y antiinflamatorios contribuyen a mejorar las funciones de la insulina, una de las hormonas que controlan los niveles de azúcar en la sangre. De esta manera el té de jengibre puede prevenir la resistencia a la insulina y la diabetes.
Ayuda a prevenir algunos tipos de cáncer
El gingerol y el shogaol presentes en el jengibre tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Lo anterior significa que este té evita los daños celulares que causan los radicales libres, ayudando a prevenir algunos tipos de cáncer, como el de páncreas, piel, pulmón, estómago y colon.
Contribuye a tratar infecciones
Esta bebida tiene un efecto antimicrobiano, por ello puede ayudar a combatir algunas infecciones como gripas, resfriados comunes, dolores de garganta y bronquitis, siempre y cuando no sean muy graves.
Puede desintoxicar el hígado
Sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes pueden ayudar a proteger y fortalecer el hígado, lo que ayuda a eliminar los radicales libres y otras toxinas que pueden estar presentes en el organismo, como por ejemplo el mercurio.
Puede prevenir enfermedades cardiovasculares
El té de jengibre es fuente de flavonoides, sustancias que mejoran la elasticidad de las arterias y favorece a la circulación sanguínea. De la misma manera, los antioxidantes pueden evitar la formación de placas de grasa en los vasos sanguíneos, ayudando a previniendo enfermedades como aterosclerosis e hipertensión.