“La consulta es un plebiscito contra el Congreso”: Daniel Quintero, exalcalde de Medellín

En el marco de las movilizaciones del Día Internacional del Trabajo, el exalcalde de Medellín Daniel Quintero Calle se hizo presente en las calles de Bogotá para respaldar públicamente la consulta popular que impulsa el Gobierno Nacional, centrada en revivir la reforma laboral y dar un espaldarazo a las demás iniciativas sociales estancadas en el Congreso.

Durante su intervención en la marcha, Quintero fue categórico: “La consulta no es simplemente para apoyar las reformas. Es un plebiscito contra el Congreso, que ha demostrado que trabaja para las mafias corruptas”. Su declaración no tardó en generar eco en el debate nacional, alimentando la polémica que lo ha acompañado desde que dejó el cargo como alcalde de Medellín.

La iniciativa, impulsada desde sectores afines al presidente Gustavo Petro, busca someter a votación ciudadana 12 preguntas clave relacionadas con los proyectos de transformación social que han enfrentado obstáculos legislativos. El Senado deberá definir si la consulta sigue adelante, lo que requiere de al menos 53 votos afirmativos.

Quintero, en su rol de precandidato presidencial para 2026, ha convertido esta plataforma en una oportunidad para reafirmar su narrativa política, la confrontación directa con el Congreso y la institucionalidad que, según él, ha frenado el cambio en Colombia. Desde la movilización, lanzó otra de sus frases más provocadoras del día: “Ese Congreso está podrido. Hay que cerrarlo”.

El exalcalde, sin embargo, carga con una serie de procesos judiciales que hoy lo tienen en la mira. Está imputado por presuntas irregularidades en la compra del predio Aguas Vivas, en Medellín, caso por el cual es investigado por la Fiscalía General de la Nación.

Según el ente acusador, durante su administración se firmó un decreto que habría modificado el uso del suelo del terreno, elevando su valor de forma abrupta de 2.700 millones a 48.000 millones de pesos.

Pese a las imputaciones, Quintero ha insistido en que es víctima de una “persecución política”, alimentada por sectores conservadores y, en particular, por su eterno contradictor, el hoy alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez. Entre ambos hay una guerra política declarada desde hace años, con denuncias cruzadas por presunta corrupción.

Aun sin partido el Consejo de Estado tumbó la personería de su movimiento Independientes, Quintero continúa articulando alianzas con otros sectores alternativos. Ha sostenido conversaciones con figuras como Carlos Caicedo, exgobernador del Magdalena, y Francia Márquez, actual vicepresidenta, quien también se ha distanciado del núcleo del petrismo en los últimos meses.

Aunque ha tenido una relación cercana con el presidente Petro, su proyección electoral podría tomar rumbo propio en 2026. En el actual Gobierno ha ubicado a varios de sus exfuncionarios en puestos estratégicos, como Jorge Carrillo en la presidencia de ISA y Óscar de Jesús Hurtado en Ecopetrol, consolidando así su influencia más allá de Medellín.