Lo que se viene

2025, todo indica, será un año de cambios fuertes. Seguiremos expuestos a los desvaríos de un Petro, cada vez más delirante y agresivo, que seguirá en su intento por demoler lo que el país ha construido. Afortunadamente, la separación de poderes ha operado y, en año electoral, el freno a los errores del gobierno puede ser más frecuente. En lo internacional es donde los cambios pueden ser de más profundidad y, seguramente, terminarán afectándonos.

Las transformaciones pueden provenir de muchos lados, pero es en Estados Unidos donde convergen la mayor parte de las preguntas. Ese candidato de chiste de 2015 se convirtió en el político más relevante de ese país y hoy es el líder indiscutible del partido Republicano. Más que eso, logró atraer a muchos indecisos, al punto que conquistó el voto popular y todos los llamados ‘Estados bisagra’. Con mayoría en las dos cámaras del Congreso y una Corte afín a sus posiciones el margen de acción es inmenso.

En su primer mandato, su desconocimiento del Estado y la improvisación le hizo perder tiempo y oportunidades para poner en práctica mucho de lo que predicaba. Haber dejado funcionarios que venían de administraciones anteriores le dificultó mucho sus intenciones. En esta ocasión, lo que ha priorizado es la lealtad. Con aportes como el ultraconservador Proyecto 2025 de la National Heritage Foundation y con un vicepresidente radical en sus posiciones, pero con formación y carisma, lo que se viene puede ser bien distinto.

Como si lo anterior fuera poco, el papel de Elon Musk que algunos llaman de co-presidente pueda dar lugar, si no hay ‘corto circuito’ antes, a sorpresas inimaginables. Este multimillonario se sale de todos los marcos. Es, sobretodo, un realizador. Sus millones y millones los ha hecho éel y no son producto de herencias ni ayudas, sino de una capacidad formidable de innovación y ejecución. Las inquietudes acerca de una persona como él, tan cerca del presidente, son de todo tipo, y lo que es seguro, es que no va a ser intrascendente.

Los millonarios alrededor del poder político no tienen nada de nuevo. En agosto pasado, por ejemplo, se publicó el libro ‘Power and the Money’ de T. Troy que analiza este fenómeno empezando con Rockefeller y el presidente Grant y termina con Biden y Gates, Zuckerberg, Musk, etc. Lo que es diferente en este caso es que Musk no está cerca del gobierno, sino que está dentro del mismo cuando, simultáneamente, tiene inmensos contratos con el gobierno y un poder que puede ser, en algunos campos, ilimitado. En esta extraña época el inspirador de Musk para desempeñar su papel en el gobierno parece ser Milei. Otro personaje, que se miraba con total escepticismo y está consiguiendo cambios muy de fondo en la Argentina.

Qué saldrá de todo esto, es difícil decirlo, pero estos fenómenos pueden impulsar un retorno en el péndulo que, para un país manejado con esa mirada anacrónica y estatizante de Petro, puede llegar a tener implicaciones muy importantes para 2026.

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PD: Una muy feliz Navidad y que sea lo mejor para Colombia en 2025.