Columnistas
Hipotermia electoral
Para calentar la discusión en las calles es importante sacar de la generalidad los discursos y la comunicación en las redes sociales para empezar a hablar de proyectos reales para las ciudades y para los departamentos
A un poco menos de seis meses de la contienda electoral del 29 de octubre, donde se elegirán gobernadores, alcaldes, diputados, concejales y miembros de las JAL, en la calle la temperatura electoral parece estar bajo cero y la opinión pública está centrada en las temáticas de corte nacional. Incluso es frecuente ver cómo las principales menciones a las elecciones regionales asocian a los candidatos -que recorren las calles en medio de la apatía ciudadana- a figuras del orden nacional, para manifestar una opinión frente a sus aspiraciones.
Aunque las cercanías y los espaldarazos de las figuras nacionales a los candidatos en las elecciones venideras sin duda tendrán importancia, especialmente como validadores, en un escenario de alta polarización como el que enfrenta el país sería una visión sobresimplificada encasillar las elecciones regionales en un marco de tendencias nacionales.
Las contiendas regionales tienen dinámicas propias, que no necesariamente se ven reflejadas en las coaliciones nacionales existentes. La participación de las estructuras políticas se hace más fuerte, aun con el crecimiento del voto de opinión; las discusiones abstractas sobre modelos de país se hacen menos intensas y la ciudadanía busca proyectos con soluciones claras a los problemas de su cotidianidad.
Y tal vez es en este último punto donde se podría explicar la frialdad que enfrenta el escenario político regional, mientras las campañas se enfocan en posicionarse como el defensor, el opositor o el independiente del gobierno nacional.
Al participar de las discusiones sobre las reformas que enfrenta el país (a la salud, laboral, pensional, entre otras), poco se adentran en las discusiones locales y especialmente en cuáles serían las soluciones a corto plazo para los problemas del ciudadano de a pie, que está cansado de los discursos grandilocuentes, decepcionado de la política y que, en general, parece no confiar en quienes cargan la etiqueta de ‘político’ sobre su cabeza.
Para calentar la discusión en las calles es importante sacar de la generalidad los discursos y la comunicación en las redes sociales para empezar a hablar de proyectos reales para las ciudades y para los departamentos, de acciones específicas que impacten las problemáticas que viven nuestras regiones.
En nuestro caso particular, como caleños, necesitamos escuchar con claridad cómo nuestros candidatos van a recuperar las finanzas del municipio, cómo van a enfrentar la inseguridad que nos desborda, cómo van a recuperar a Emcali y al MÍO, cómo van a impulsar el crecimiento económico de la ciudad y cómo vamos a recuperar el espacio que como ciudad hemos venido perdiendo a nivel nacional.
Así mismo, queremos saber de manera concreta qué se propone en términos de movilidad, de recuperación de los ríos, de lucha contra las mafias invasoras de tierras; de qué manera se impondrá control sobre la anarquía que se tomó las calles de Cali, entre otros grandes retos que enfrentará la administración entrante.
Esperemos que estas discusiones sobre la ciudad y sobre el departamento empiecen pronto y que le permitan a la ciudadanía en general conocer más a fondo los proyectos de quienes aspiran a tomar las riendas de nuestra región.