El primíparo, la sorpresa

No calculaban los politólogos que desde Bogotá pontifican sobre futuros resultados electorales, que el jurídico Abelardo de la Espriella, padre de tres hijos y con bufetes en Bogotá y en Miami, alcanzara una asombrosa fuerza electoral en la encuesta de Invamer.

En esa encuesta el puntero es el dirigente de izquierda con amplia carrera política, don Iván Cepeda, varias veces parlamentario y con muchos votos. En la encuesta detrás del senador Cepeda clasifica Abelardo de la Espriella, para muchos un primíparo, un recién llegado a la política, y es verdad, nunca ha sido concejal ni parlamentario y en cuatro meses de campaña tiene chance para disputar con la izquierda petrista, la presidencia de Colombia.

Con los resultados de la encuesta, muchas caras se pusieron descoloridas porque los resultados les fueron adversos. Tremenda voltereta se dio en la política porque el petrismo sale bien librado, el apoyo al presidente Petro es de 37,7 % y quienes lo rechazan marcan el 56,7 % que es buen resultado cuando llueven los escándalos de corrupción y de mal gobierno, hoy pagan detención en su casa dos ministros de la cúpula petrista.

Se habla de nuevos matrimonios políticos buscando la derrota del puntero Iván Cepeda, al que le llega un príncipe de la democracia: Roy Barreras, cuya aspiración presidencial parece enterrada. Faltan 180 días para elegir presidente, en esa semana tendremos mundial de futbol y si la selección nuestra tiene triunfos la política pasará a segundo plano.

El presidente Uribe, como veterano de la política, sigue buscando un rival con miles de votos y prestigio para derrotar al llamado ‘Frente Nacional de izquierda popular’. Las elecciones políticas suelen dar sorpresas y Colombia también dará la suya si crecen los apoyos al candidato Abelardo de la Espriella.

Caracol Televisión, en su espacio Los Informantes, que dirige María Elvira Arango, nos mostró el domingo la amarga situación de miles y miles que en este diciembre sufrirán las ‘Felices fiestas navideñas’ con hambre y frío. En los ancianatos, siempre arruinados, esperan aguinaldos. No les fallen y así pueden salvarse del infierno que es un sitio muy caliente y sin aire acondicionado.

No me gusta que desde el Concejo caleño le tiren ladrillazos al alcalde Alejandro Eder, un líder cívico como pocos.