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Ucrania sube el tono y aumenta la presión sobre la Otan, que abre su cumbre en Lituania
El presidente Volodímir Zelenski llegó a la capital lituana para participar de la cumbre en calidad de invitado.
La Otan (Organización del Tratado del Atlántico Norte) inició este martes en Lituania una cumbre de dos días en la que pretende enviar un “mensaje claro” sobre la adhesión de Ucrania, país que aumentó sus presiones y criticó abiertamente la tibieza de la alianza militar.
“Vamos a enviar un mensaje claro, un mensaje positivo, sobre el camino que tenemos por delante”, dijo el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, Jens Stoltenberg, en referencia a la futura adhesión de Ucrania, que desde febrero de 2022 resiste a una invasión rusa.
Poco antes, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, dijo que la Otan definirá un “camino” para el ingreso de Ucrania, aunque sin fijar un calendario preciso.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, llegó por la tarde a Vilna, para participar en el cónclave en calidad de invitado, informó su portavoz. Poco después, el ministro de Defensa, Oleksiy Reznikov, hizo saber que también se encontraba en la capital lituana.
Antes de viajar, Zelenski criticó agriamente la “incertidumbre” y la “debilidad” de la Otan con relación a la adhesión de su país y acotó que esa actitud estimula el “terror” ruso.
Se espera que el mandatario ucraniano pronuncie un discurso este martes en una plaza céntrica de Vilna y que el miércoles se sume a los demás mandatarios de los países de la Alianza transatlántica.
Las demandas de Ucrania de obtener una hoja de ruta clara y definida sobre su adhesión a la Otan, una vez terminada la guerra con Rusia, constituyen el nudo central de la cumbre de líderes de la alianza militar.
Moscú afirmó que sigue “muy de cerca” la cumbre de Vilna, en la que ve “un fuerte carácter antirruso”.
Cuando el presidente ruso, Vladímir Putin, anunció la intervención militar en Ucrania, el 24 de febrero de 2022, exigió, entre otros puntos, que la exrepública soviética tuviese un “estatus neutral” y garantías de que nunca entraría a la Otan.
Por ahora no
Zelenski elevó así al tono en varios decibelios, un día después de afirmar que “Ucrania merece estar en la alianza”, aunque reconoció que “ahora no, porque ahora hay guerra”.
A pesar de las diferencias internas sobre el asunto, la Otan pretende mostrarse unida en su apoyo a Ucrania.
Los países del este de la alianza presionan para que Ucrania reciba un compromiso explícito sobre los plazos para la adhesión, pero los ‘pesos pesados’ de la Otan son reacios a ir más allá de la promesa de que Ucrania será miembro de la alianza un día.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el viernes que la adhesión de Ucrania no deberá ocurrir ahora, por falta de consenso en la alianza y por los riesgos de sumar a un país en plena guerra.
“No creo que haya unanimidad en la Otan acerca de incorporar a Ucrania a la familia de la Otan ahora”, dijo Biden a CNN.
Un grupo de países de la Otan negocia compromisos de largo plazo para al suministro de armas a Ucrania.
Ese suministro no cumple con la ilusión de Zelenski de ver a su país bajo el paraguas protector de la defensa colectiva de la Otan, pero podría facilitarle la resistencia contra la invasión rusa.
Al llegar a la sede de las reuniones, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció que su país entregará a Ucrania misiles SCALP de largo alcance (250 km), capaces de “atacar en profundidad”.
El Kremlin no tardó en prometer una respuesta a este anuncio de Francia, que calificó de “error”.
En Berlín, el Ministerio de Defensa alemán anunció el envío de nueva ayuda militar a Ucrania por valor de 700 millones de euros (unos 770 millones de dólares).
La idea de la Otan es transformar en un objetivo mayor la meta de que cada país miembro invierta en Defensa el 2% de su PIB, y hacer que invierta “por lo menos” ese 2%.