Cierre de año: a soltar, agradecer y proyectar

Por Mariana Arias, especial para El País

El final del año suele venir cargado de emociones intensas. Para muchas personas es un momento de balances, comparaciones, expectativas y, en ocasiones, frustración.

Las redes sociales, los rituales culturales y los discursos de “nuevo comienzo” pueden generar presión: debería haber logrado más; este año no fue como esperaba, el próximo tiene que ser mejor.

Hoy, por el contrario, la invitación es a que pueda integrar la experiencia vivida, reconocer lo que fue posible, aceptar lo que no y proyectar el futuro con una esperanza realista.

“Si su paz depende de que todo salga bien… no es paz. Es control”.

A veces el mayor avance es aprender a soltar y a tolerar la incertidumbre: aceptar lo que no se logró no es resignarse ni conformarse, sino reconocer los límites humanos y contextuales con los que transitamos el año.

Muchas metas no alcanzadas no hablan de incapacidad, sino de cambios inesperados (emocionales, económicos, familiares, migratorios), prioridades que se transformaron, cansancio acumulado o procesos internos necesarios. En resumen, el cambio es necesario e inevitable.

Un ejercicio útil es cambiar la pregunta “¿por qué no lo logré?” por “¿qué estaba atravesando cuando intenté lograrlo?”.

La respuesta puede llevarlo por múltiples caminos: a intentarlo nuevamente, a transformar la meta o cambiar de camino-estrategia.

De esta forma, aquella lista interminable de cosas que se propuso este año se transforma en un momento autocompasivo de reflexión que lo motiva a seguir trabajando por lo que quiere, mientras reconoce también su esfuerzo y las limitaciones.

Aceptar lo que no consiguió este año implica dejar de castigarse por decisiones pasadas, reconocer que hizo lo mejor que pudo con los recursos que tenía y entender que cerrar ciclos inconclusos también es parte del crecimiento.

Una visión saludable del nuevo año

La esperanza psicológicamente sana no es optimismo ingenuo.

No se trata de pensar que “todo será mejor”, sino de confiar en que podrá afrontar lo que venga, incluso si hay dificultades y considerar que hoy tiene herramientas con las que no contaba a comienzos del año.

Puede confiar en sus capacidades, puede proponerse nuevos sueños, realizar un plan para cumplirlos, ponerse desafíos para crecer o ser una mejor versión de usted mismo.

Todo ello mientras también acepta que el nuevo año traerá nuevos retos y aprendizajes y reconoce que el cambio es gradual y no inmediato y que los procesos personales o los proyectos no siguen calendarios exactos.

Es comúnmente conocido que las expectativas irreales generan frustración.

Por eso es más sano plantearse un nuevo año como un escenario de continuidad, no como una ruptura total con quien ha sido.

Recuerde que su vida es un continuo proceso.

Por este motivo, hoy le dejo un paso a paso para ayudarle a plantearse metas objetivas y realizables: Plantear metas no es exigirse más, sino ordenar sus objetivos y la intención.

Paso 1: parta de su realidad actual

Antes de pensar en lo que quiere, observe dónde está. ¿Cómo están su salud, sus vínculos, su trabajo, su energía emocional? Las metas deben dialogar con su contexto, no negarlo.

Paso 2: defina áreas, no solo resultados

En lugar de solo pensar en logros finales, identifique áreas de vida: bienestar emocional, relaciones, trabajo/estudio, autocuidado, proyectos personales.

Paso 3: formule metas concretas y flexibles

Una meta saludable es:

• Específique (qué exactamente).

• Realista (acorde a su momento vital).

• Ajustable (puede modificarse sin culpa).

Ejemplo: en lugar de “quiero cambiar mi vida”, pruebe con “quiero establecer una rutina semanal de autocuidado emocional”.

Paso 4: divida en microacciones

El cerebro responde mejor a objetivos pequeños. Pregúntese: ¿qué acción mínima puedo sostener? A veces, avanzar es simplemente no abandonar. Divida la gran meta en varios objetivos pequeños alcanzables.

Ejemplo: “Hacer ejercicio de forma constante”.

• Buscar una actividad deportiva que me guste.
• Comenzar asistiendo una vez por semana.
• Aumentar la frecuencia a dos veces por semana.
• Ir día de por medio.
• Balancear con una alimentación saludable (ir con un nutricionista).

Paso 5: descanso y revisión

Planear también es dejar espacio para parar. Revise sus metas sin juicio, como quien ajusta un mapa en el camino.

Permítase cambiar sobre la marcha, recuerde que a lo largo del año usted también va cambiando y pueden surgir nuevas prioridades.

Soltar y agradecer

A raíz del año nuevo, este es un paso no menos importante, pero que muchas veces, de cara a realizar el mapa de sueños o la lista de propósitos para el 2026, puede pasar desapercibido.

Recuerde algo fundamental: soltar no es olvidar, es dejar de cargar.

Agradecer no es negar el dolor, es reconocer que incluso en los años difíciles hubo aprendizajes, apoyos o momentos significativos.

Mientras tiene la mirada puesta en el nuevo año, no se olvide de mirar también atrás. Esta vez con un propósito diferente: el de cerrar ciclos y transformar en su mente y en su corazón algunas experiencias o recuerdos llenos de dolor que pueda traer del 2025.

• Escriba una carta (que no necesita enviar) a lo que se va: una etapa, una expectativa, una versión suya, una persona, un lugar.

• Identifique qué ya no quiere repetir y por qué: a nivel personal y decisional.

• Permítase cerrar sin explicarlo todo: acepte que no todo se tiene que comprender para dejarlo atrás.

Tips para agradecer de forma auténtica:

• Agradezca procesos, no solo resultados.

• Reconozca su propia resistencia y capacidad de adaptación.

• Dé las gracias a personas, pero también a decisiones difíciles que lo cuidaron.

Soltar y agradecer ayudan al sistema nervioso a reducir la rumiación y lo preparan emocionalmente para lo nuevo.

Un proceso individual

La comparación constante suele ser una fuente silenciosa de malestar y, desafortunadamente, una muy común por esta época del año.

Las cenas familiares y las publicaciones de Instagram se convierten en un recuento de lo que otros lograron, generando una comparación descontextualizada que afecta la autoestima y su propio proceso.

Algunas claves para disminuirla son las siguientes:

• Recuerde que solo ven fragmentos de la vida de los demás, no el proceso completo.

• Cambie la comparación por curiosidad: ¿qué admiro y qué puedo aprender sin invalidarme?

• Vuelva a sus propios valores: una vida valiosa no es una vida igual a la de otros.

Un ejercicio útil es escribir qué significa para usted éxito, bienestar y plenitud, sin usar referencias externas.

Recuerde que su regla para medir su progreso debe ser su propia vida, no la de los demás.

preguntas a hacerse

Cerrar el año también implica revisar vínculos. Poner límites o tener conversaciones difíciles es una forma de autocuidado.

Paso 1: clarifique su intención. No es ganar una discusión, es cuidarse y cuidar el vínculo, si es posible.

Paso 2: hable desde el “yo”. Exprese cómo se siente y qué necesita, evitando acusaciones. Ejemplo: “Para mí es importante…”, en vez de “es que tú nunca…”.

Paso 3: sea claro y breve. Los límites no necesitan largas justificaciones. La claridad reduce la culpa.

Paso 4: tolere la incomodidad. El malestar inicial no significa que esté haciendo algo mal, sino que está haciendo algo a lo que no está acostumbrado.

Paso 5: sostenga su límite con coherencia. Poner un límite es un proceso, no un evento único. Implica sostenerlo y recordarlo con el tiempo.

Para cerrar este año con mayor conciencia, tómese un momento para reflexionar sobre las siguientes preguntas:

• 1. ¿Qué aprendí sobre mí este año, incluso a través de lo difícil?
• 2. ¿Qué necesito dejar de exigirme para vivir con más calma?
• 3. ¿Qué decisiones me acercaron más a quien quiero ser?
• 4. ¿Qué tipo de vida quiero construir, más allá de expectativas externas?
• 5. ¿Qué me gustaría agradecer y qué necesito soltar para avanzar?

(*) Mariana Arias es psicóloga de la Universidad Javeriana, conferencista ted con experiencia en psicoterapia clínica para la prevención promoción, prevención y tratamiento de problemas de salud mental, como ansiedad, depresión, duelo y enfermedades crónicas. Psicoterapeuta individual, de pareja y de familia. IG: @psic.marianaarias Celular: 3205791815.