BOXEO
La conmovedora historia detrás del boxeador Luis Quiñones, contada por su entrenador
Fue quien lo acogió en su casa y le alimentó cuando se vino desde Barrancabermeja para Barranquilla a cumplir su sueño de ser un gran boxeador.
Las palabras se le atragantan, sus ojos se humedecen, respira hondo mientras busca el momento para expresar: “Luis, ‘Pantalla’ Quiñones era un guerrero de la vida. Se vino a los 20 años para Barranquilla en busca de su sueño, lástima que el destino le hizo una mala jugada”.
Así lo define Miguel 'Ñato' Guzmán, su entrenador. El hombre que hace cinco años lo acogió en el seno de la familia, lo puso a vivir en el gimnasio de su propiedad, ubicado en el barrio La Magdalena de la capital del Atlántico.
“Yo tenía un muchacho, Harold Quijano, que era de allá de Barrancabermeja, pero regresó a los ocho días porque al papá le dio cáncer y le tocó volver. Pero él me habló de Luis y me lo mandó. Le dije que le podía facilitar el gimnasio donde vivo. Vivió allí y yo le suministraba la alimentación. Con lo poco que podía, le compraba sus zapatos, pero a medida que fue dándose a conocer lo convocaban para pelear. Yo le decía: ‘te llaman para perder, pero eres tan bueno que les ganas’”, recuerda.
Cuando llegó a Barranquilla el entrenador llamaba por su nombre a Luis Quiñones, pero le gustaba mejor que le dijeran ‘Pantalla’. ¿Por qué? “Porque él me decía porque su cabeza, en la parte de atrás, era cuadrada y le decían que se parecía a una pantalla de televisor. Nosotros le pusimos ‘El Guerrero’, porque él sí era un guerrero de la vida. Cuando lo llamaba Luis me decía: ‘no profe llámame ‘Pantalla’, allá en mi pueblo me dicen así porque tengo la cabeza plana atrás´”.
El ‘Ñato’ le dijo que mientras estuvieran en privado le diría el apodo, pero que en el boxeo no le quedaba bien porque era muy poco llamativo y decidieron llamarlo ‘El Guerrero’. “Le dije tú eres un guerrero de la vida: te viniste solo a luchar por tus sueños y mira dónde has llegado”.
Lo recuerda como a una persona que le gustaba ir a la iglesia. “Lo tengo hace cinco años. Vivía en mi gimnasio. Le busqué a un empresario que lo ayudará, John Hernández. Tenía buena alimentación, comía bien. No se trasnochaba. Era un muchacho sano. Son cosas que pasan en el deporte y desafortunadamente le tocó a él”.
“Yo estoy tranquilo porque se hizo todo lo que se debe hacer durante una pelea. Todo estuvo normal. Hubo una buena preparación, estuvo bien alimentado y no tuvo problemas para dar el peso”, dice en tono entristecido.
Nos dijo que Luis Quiños estaba feliz porque estaba esperando una oportunidad de título nacional desde hacía rato. Tenía diez peleas invictas antes de la número once que le tocó ante José Muñoz. “Peleábamos con boxeadores fuertes y ganábamos. Había mucha esperanza depositada en él porque Luis Quiñones era un joven disciplinado. Pero como te dije antes, son cosas que pasan en el deporte y en esta ocasión le tocó a él”.
‘Ñato’ Guzmán aún no entiende qué pudo haber sucedido en el ring esa noche del 24 de septiembre en el Coliseo Elías Chegwin. “El médico me dice que pudo haber sucedido que en el transcurso de la pelea pudo haber recibido un golpe fuerte, como lo puede recibir cualquiera, que le produjo el edema en el cerebro. Se nos fue un guerrero”.
Las exequias de Luis Quiñones Guzmán se realizarán en su natal Barrancabermeja, Santander. Su cuerpo fue llevado hasta Medicina Legal en Barranquilla, donde se investigan las causas de su muerte. Cuando se lo entreguen a su familia será trasladado a tierras santandereanas.