Sicariato en Suba: asesinan a un barbero mientras trabajaba en su local

Una tragedia conmociona a la localidad de Suba, en el noroccidente de Bogotá. La noche del pasado martes 29 de abril, Heyder Villa, un reconocido barbero de 42 años, fue asesinado a tiros mientras realizaba un corte de cabello en su negocio, ubicado en el barrio Bilbao, calle 143B con carrera 141.

Según testigos y las cámaras de seguridad, el agresor ingresó al establecimiento con un casco de motocicleta negro y, sin mediar palabra, disparó en repetidas ocasiones contra Villa, quien intentó correr hacia el fondo del local para resguardarse. A pesar de ser trasladado de inmediato a un centro médico, llegó sin signos vitales.

Heyder, oriundo de Santa Marta, era conocido por su talento y cercanía con la comunidad. Apodado “El Mago” por su habilidad con la barbería, era padre de dos niños y tenía planes de casarse próximamente con su pareja, Margarita Valdés, quien expresó su dolor a través de redes sociales: “Ay, mi negro, qué dolor me has dejado, no entiendo qué pasó... Siempre te voy a amar, amor de toda mi vida”.

Hasta el momento, las autoridades no han capturado al responsable y manejan como principal hipótesis un posible ajuste de cuentas entre bandas criminales, aunque no hay indicios de que Villa estuviera vinculado a actividades ilícitas. El agresor habría huido en motocicleta, aprovechando el casco para evitar ser identificado.

Este asesinato ocurre en medio de un alarmante repunte de homicidios en Bogotá. Según cifras recientes de la Secretaría de Seguridad, entre enero y marzo de 2025 se registraron 281 asesinatos, lo que representa un aumento del 18,5 % frente al mismo periodo del año anterior. El uso de armas de fuego predomina en estos crímenes.

Aunque zonas como Ciudad Bolívar, Los Mártires y Antonio Nariño han sido epicentros de violencia, el crimen de Heyder en Suba evidencia que la inseguridad se está expandiendo hacia sectores tradicionalmente más tranquilos. La Alcaldía de Bogotá ha reforzado el patrullaje y las cámaras de vigilancia, pero la percepción de inseguridad sigue en aumento.

Tras el crimen, la Policía avanza en la revisión de cámaras y la recolección de pruebas que permitan dar con el paradero del sicario que, en cuestión de segundos, truncó la vida del barbero.