Alias ‘Kevin’, cabecilla de la columna Carlos Patiño, se entregó al Ejército

A través de un mensaje en X, el presidente Gustavo Petro dio a conocer la entrega a las autoridades de alias “Kevin”, cabecilla de la columna Carlos Patiño, con presencia en el Micay.

Además, se reportaron varias bajas de integrantes de las disidencias al mando de Iván Mordisco en medio de combates en el Guaviare.

“Un número aún no determinado del grupo armado privado de Iván Mordisco, en el Guaviare, cae en combate con el Ejército. A esta hora mandaron campesinos a rodear al Ejército para evitar su persecución. Que triste ver un campesinado al servicio de la mafia, sus verdugos en Colombia”, indicó Petro.

Fuentes del área de inteligencia del Ejército Nacional le confirmaron a El País que el líder insurgente al parecer no contó con otra opción que entregarse a los soldados que ahora se encuentran en varios puntos del suroccidente del Cauca, precisamente enfrentándose a los integrantes de este grupo armado al margen de la ley.

“Sí es cierta esa entrega. Eso fue en la mañana del martes 26 de agosto, cuando ante las tropas que ejecutan la operación Perseo II, este delincuente se entregó, era eso o morir si enfrentaba a nuestros soldados que tienen la consigna de contrarrestar este grupo terrorista para así recuperar los municipios de la franja suroccidental del Cauca”, agregaron los militares consultados.

La entrega de este sujeto posiblemente se presentó en el municipio de El Patía, más exactamente en el corregimiento de El Estrecho, paradójicamente una de las poblaciones del sur del departamento del Cauca más afectadas por la violencia que ejerce este frente disidente.

Al parecer, alias Kevin después fue sacado por los militares del sur del Cauca para posiblemente trasladarlo a Bogotá y así continuar con el proceso de judicialización o de sometimiento a la justicia.

El mandatario reveló que a la columna Dagoberto Ramos de Iván Mordisco, se le habían incautado 8 toneladas de cannabis.

Sobre Kevin, el mandatario sostuvo que con 16 años en esa estructura, era un objetivo de alto valor, con una recompensa de hasta $1.641 millones de pesos.

“La presión sostenida de la Operación Perseo en el Cañón del Micay produjo uno de los resultados más estratégicos: la entrega de Anderson Andrey Vargas Sun, alias ‘Kevin’, cabecilla principal del grupo criminal Carlos Patiño”.

En los diferentes reportes de las autoridades, se establece que alias Kevin ganó protagonismo en la región desde enero de 2025, tras registrarse la muerte de Óscar Eduardo Sandoval, alias Mocho, que en un principio se reportó que falleció después de que un vehículo bomba, instalado por sus hombres, explotó de manera accidental cuando el jefe disidente se movilizaba en el mismo.

En su extenso mensaje en X, Gustavo Petro reveló también el prontuario delictivo del principal cabecilla de la Carlos Patiño.

Como por ejemplo lo sucedido el 8 de enero de 2025, cuando participó de un hostigamiento contra unidades en Balboa, Cauca; o el 15 de enero de 2025, cuando con drones con explosivos, ejecutó una acción terrorista contra el Ejército en la vereda La Ceiba, corregimiento El Plateado, en Argelia, Cauca.

Un soldado profesional quedó herido el pasado 18 de enero de 2025, cuando se produjo una acción terrorista contra tropas del Ejército en el sector El Lavadero, en Argelia, Cauca, con drones cargados de explosivos.

Según el mandatario, el 22 de enero de 2025 también habría participado en un ataque contra unidades mecanizadas del Ejército y la Policía Nacional en El Plateado, Cauca, mediante activación de artefactos explosivos improvisados en un eje vial. Además, el 6 de marzo promovió una asonada en El Plateado, Cauca, instrumentalizando y constriñendo a la población civil para enfrentar a la Fuerza Pública.

En su mensaje, Petro fue enfático en asegurar que “La salida de alias Kevin desarticula los subsistemas político, logístico, armado y de control territorial del frente criminal Carlos Patiño, y rompe el enlace directo con alias ‘Mordisco’”.

Dicho debilitamiento se convierte en una oportunidad para disputar el control estratégico del Cañón del Micay y genera un efecto comunicacional favorable a la Fuerza Pública, demostrando que la presión militar induce la rendición de cabecillas.