COLOMBIA
Crecen las denuncias de abuso sexual contra menores en Colombia, ¿qué está pasando?
El caso más reciente es el de un profesor de música que habría abusado a una menor de 14 años en Tuluá. ¿Qué está pasando?
Casi que semanalmente se publican casos de presuntos abusos sexuales contra menores de edad en el país. El más reciente se conoció ayer, pues fue denunciado un profesor de música que habría abusado a una de sus alumnas de 14 años en Tuluá, Valle del Cauca.
A raíz de esto, más víctimas han tomado fuerza y decidieron contar sus historias, incluso, vividas hace más de 10 años.
“Tenía 16 años, me lleva a una habitación pequeña que yo no sabía que existía, ya que él era la única persona con acceso. Se sienta en la cama y cierra la puerta. En esas me empieza a tocar mi cuerpo por detrás y a dar besos, yo me aparto y trato de hacerme de lado, pero no pude, me tiró de manera brusca y empezó a darme besos en mi abdomen tratando de bajar a mi zona íntima hasta que, de un movimiento brusco, me paré. Me dijo ‘no le digas nada a tu mamá’, en un tono burlesco, me llevó a la casa de mi abuela, la saludó con una sonrisa de oreja a oreja como si nada hubiera pasado”, contó a Blu Radio una mujer que también habría sido víctima de este profesor.
De una manera similar, hace tres semanas salió a la luz otra denuncia por un presunto caso de abuso sexual a una estudiante de 14 años del colegio privado Marymount, ubicado en el norte de Bogotá. Tras las denuncias, exalumnas del plantel revelaron en redes sociales que los abusos por parte del docente señalado venían ocurriendo hace 15 años. El profesor renunció y en este momento es investigado por la Fiscalía.
Una investigación que acaba de realizar el Laboratorio de Economía de la Educación, de la Universidad Javeriana, pinta un panorama poco alentador sobre este fenómeno.
Según el documento Delitos sexuales a menores en Colombia: la educación sexual como principal herramienta, el año pasado se presentaron en Colombia aproximadamente 43.993 denuncias asociadas a delitos sexuales, especialmente contra mujeres, quienes representan el 85,4 % de los casos.
Del total de casos, de acuerdo con cifras de la Fiscalía General de la Nación consultadas por los investigadores de la Javeriana, 27.000 denuncias, el 61 %, corresponden a casos contra niños, niñas y adolescentes. Lo cual implica que, en promedio, cada 20 minutos se denuncia un abuso contra un menor.
Según un estudio del Laboratorio de Economía de Educación de la Universidad Javeriana, el 69,7 % de los colegios del país no capacitó a los docentes en educación sexual.
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¿Qué está pasando?
El regreso a la presencialidad plena exacerbó las denuncias de actos abusivos de carácter sexual por parte de profesores. Solo en Bogotá, en los casi tres meses que van de 2022, la Secretaría de Educación recibió 659 alertas por presunta violencia sexual en colegios públicos y privados. Por su parte, el Ministerio de Educación da cuenta de 876 presuntos casos de violencia sexual en los colegios del país en los últimos cuatro años.
“Lastimosamente todavía hay muchos funcionarios de las instituciones educativas y de justicia que no le creen a los niños y a las niñas”, asegura Angélica Cuenca, secretaria ejecutiva de la Alianza por la Niñez Colombiana, una red de organizaciones que trabajan en la defensa de los derechos de la niñez.
La organización hace un llamado a las autoridades para que garanticen un acompañamiento integral y se les crea a las víctimas. “Cuando ellos se acercan a un adulto o a un profesor a decirles algo que les molesta, y con los que se sienten incómodos, hay que creerles porque realmente los niños y las niñas no van a inventar una situación como esta”, señaló Cuenca.
Cada día en Medicina Legal se reportan 48 casos de abuso sexual infantil. Según datos oficiales de la entidad, en 2021 se reportaron 17.534 casos de violencia sexual en niños. En el entorno familiar están los principales agresores, seguido del entorno escolar.
Del total reportado en el último año, en 184 casos el agresor fue un profesor. Además, 80 agresiones fueron cometidas por compañeros del mismo colegio. Y en el caso de la primera infancia, en 58 el agresor fue el encargado del cuidado (relacionado a los jardines) y en 18 fue el personal de custodia.
Para Carolina Morales, psicóloga clínica experta en acompañamiento psicosocial a mujeres víctimas de violencias basadas en género, los protocolos de atención en contextos escolares, que deben llevar al inicio de un proceso disciplinario, tiene obstáculos para su implementación adecuada por la protección institucional, por encubrir a los agresores en un ejercicio de normalización de la violencia.
La especialista advierte que cuando una estudiante afirma que está sufriendo un abuso, en muchas ocasiones, lo primero que las autoridades educativas hacen es condenar a la mujer. “Se investiga si ella está provocando este tipo de hechos y se protege al posible agresor, con la idea que es una persona adulta, respetable, que pudo ser una mala interpretación”, dice.
Además, afirma que en los casos de agresiones sexuales contra niñas, un común denominador por parte de las autoridades educativas es no reconocer una situación de desventaja. Hay una excesiva protección a la integridad de la persona que está siendo acusada, que además, ya de por sí, está en una relación de poder en relación con la víctima.
Sin embargo, las razones por las que el país no logra prevenir los casos de abuso sexual van más allá de la implementación de los protocolos de atención. De acuerdo con el Centro de Derechos Reproductivos, el sistema educativo tiene pendiente la asignatura sobre educación sexual, que permita a estudiantes obtener las herramientas para identificar este delito del cual puede estar siendo víctima.
“Solamente así se les va permitir a las niñas entender la implicación de las relaciones sexuales y la importancia del consentimiento para tales vínculos”, resalta la directora asociada de estrategias legales para América Latina y el Caribe del Centro de Derechos Reproductivo, Carmen Martínez.