CALI
Continúa la polémica: ¿Cuál es el futuro de la más de 500 gualas que hay en Cali?
Aumento de siniestros viales abrió debate sobre si se debe o no eliminar este medio de transporte.
Son alrededor de las 9:20 a.m. y varias personas esperan por la llegada de una guala en la panadería La Sorpresa, del barrio Siloé. Este ha sido el medio de transporte, que desde hace más de 20 años les permite a los habitantes de la ladera llegar a sus hogares. Sin embargo, este tipo de vehículo, tanto ayer como hoy ha estado en el ojo del huracán, por el alto número de accidentes.
Verónica Quintero es una de las usuarias que espera pacientemente a que se llene el cupo de ocho pasajeros para que la ruta de la guala inicie su camino, desde Siloé. Ella habita en la vereda El Carmen, lugar que desde hace unas semanas se encuentra incomunicado por un deslizamiento que dejó las constantes lluvias que han azotado la ciudad.
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“Nosotros siempre nos transportamos por medio de las gualas, pero ahora nos toca que nos deje hasta cierto punto y luego seguir a pie. Este es un medio de transporte que nos facilita mucho la vida porque, por ejemplo, en mi casa no hay quién me ayude y para subir mercado o cualquier cosa que necesite me sería muy difícil, a no ser por estos carros”, dijo Quintero.
La mujer, un tanto apurada pero a la vez expectante, charla con los demás usuarios del mismo tema que ha sido discusión durante toda la semana: Los más de 64 siniestros viales en los que han estado involucradas las gualas.
“Es verdad que hay accidentes, al igual que pasa con cualquier carro todos los días, pero yo no he escuchado que eso pase por donde vivo. La verdad, eso no me asusta y seguiré utilizando este medio de transporte, porque caminar desde Siloé hasta mi casa me toma como tres horas, mientras que en un campero llego en menos de 40 minutos”, agregó la usuaria.
Unas sillas más adelante también espera el señor Jesús Antonio, un hombre que ronda los 70 años, y quien con sus palabras recordó que el exalcalde Maurice Armitage le dijo un día, en una visita al corregimiento de Villacarmelo, que este sistema de transporte iba a desaparecer porque ya tenía muchos años funcionando.
“La idea que se planteó en ese momento era que debían arreglar las vías y meter los buses del MÍO hasta la zona rural, pero eso solo se quedó en promesas, porque solo arreglaron unas partes de la carretera y el resto está igual”.
El señor continuó diciendo: “Es muy fácil hablar porque hay muchos accidentes, pero creo que las personas deben primero montarse en uno de estos carros, por ejemplo, a los de infraestructura vial hay que decirle que no se sienten en sus escritorios sino que hay que mirar aquí, donde está el barro, donde está el campesino, para así poder dar soluciones”.
Precisamente frente a la seguidilla de siniestros viales de este tipo de vehículos, que ya han cobrado la vida de 3 personas en la ciudad, el Secretario de Movilidad de Cali, William Vallejo, resaltó que se están haciendo operativos de control, lo que ha permitido cazar varios infractores.
Según datos de la Secretaría de Movilidad, en lo corrido del año se han multado a 185 conductores de gualas, y en el top dos de las infracciones más cometidas aparecen en primer y segundo puesto el no tener la revisión técnico mecánica (102 casos) y manejar sin licencia de conducción (47 casos).
“El tema de la evasión a la revisión técnico mecánica y el Soat no es solamente de los camperos, en general un poco más del 70 % de los vehículos en Colombia y en Cali no tienen revisión técnico y más del 50 % no tiene Soat. Y, respecto a los accidentes, los conductores aducen fallas mecánicas, principalmente en sus sistemas de freno, nosotros hacemos revisiones al respecto, pero las fallas de ese tipo han sido muy constantes en las últimas semanas”, recalca Vallejo.
Otro aspecto que ha sido objeto de polémica son las modificaciones realizadas a las gualas, siendo las principales el cambio de luces y la ampliación del vehículo para tener más capacidad de transportar pasajeros.
“Modificaciones a los autos hay de todo tipo en el país, no solamente en los camperos, obviamente algunas requieren de una regulación mucho más robusta del Ministerio de Transporte. Sin embargo, nosotros en los controles también estamos prestando atención a esto y, cuando encontramos modificaciones que no están realmente avaladas, hacemos las notificaciones correspondientes”, comentó Vallejo.
Debido a los recientes siniestros viales, los comentarios en videos y fotografías de estos casos, en las redes sociales, no se han hecho esperar, y en algunos de ellos se pueden leer opiniones que argumentan que este es un medio de transporte público muy viejo y debería ser eliminado.
Ante esta problemática, el concejal Juan Martín Bravo opinó que “la Alcaldía ha sido muy permisiva con ese tema, nunca ha hecho operativos exigiendo el Soat ni la técnico mecánica, es ahí donde estamos pecando, falta control para que las personas que tienen estos vehículos cumplan con la normativa mínima vigente que se debe tener para transitar”.
Por su parte, el cabildante Fernando Tamayo considera que no sería una buena idea acabar con las gualas en Cali, pero que la Alcaldía debe “elaborar los estudios técnicos, formular las estrategias, planes y programas en materia de seguridad vial, con el propósito de reducir la accidentalidad, la contaminación ambiental y promover el mejoramiento del tránsito en las zonas que operan estos vehículos”.
Seguido, Tamayo lamentó que solamente se hagan operativos en los momentos en que se ve un aumento en los siniestros viales, por lo que pidió más control para este medio de transporte.
“Hay carros con más de 30 años y siguen trabajando porque los modifican, algo que se debe contrastar con el transporte público, en donde un vehículo tiene vida útil de 20 años”, precisó Tamayo.
¿Qué respuesta tienen las empresas de gualas en Cali?
De acuerdo con datos de la Secretaría de Movilidad de Cali, en la ciudad hay 506 gualas en funcionamiento que están agrupadas en ocho empresas (ver gráfico), de las cuales algunas llevan más de 20 años operando. Estas transitan, en especial, por zonas rurales y de ladera como Siloé, Montebello, la vía al Mar, Candelaria, Los Andes, Pichindé, Villa Carmelo y otras en la zona urbana como en el oriente de la ciudad.
Teniendo en cuenta lo anterior, José Vélez, gerente de la Cooperativa de Transportadores Unidos, comenta que, hasta el momento, los vehículos de la empresa a la que pertenece no han estado involucrados en siniestros.
“En realidad los accidentes son muy pocos, y cuando ocurren siempre se le señala al camperista, pero nosotros somos muy estrictos con el estado de nuestros vehículos, siempre se tiene la técnico mecánica al día y el Soat también”, precisa Vélez.
Además, el dirigente de Transportadores Unidos recalcó que cada fin de semana es costumbre que la Secretaría de Movilidad haga controles a los vehículos de esta empresa, por lo que siempre procuran tener en perfecto estado sus vehículos.
Ahora bien, frente a los cuestionamientos por la ‘vejez’ de estos vehículos, Vélez explicó que “no dan la oportunidad ni nos dejan cambiar de carros, todo eso está congelado, eso pasa desde que entró Metrocali, si nosotros desvinculamos un carro no podemos ingresar más”.
Asimismo, Sandro Santos, conductor de la Cooperativa Transportadores Unidos, reveló que los requisitos para ser conductor de gualas son muy rigurosos, incluso se les realiza prueba de alcoholemia cada fin de semana.
“Uno debe presentar hoja de vida a la empresa, le hacen una prueba de conducción, debes tener tu licencia al día, no puedes tener comparendos ni antecedentes judiciales y, cuando ya estás trabajando, constantemente se hacen reuniones para capacitar y evaluar a los conductores”, puntualizó Santos.
Por otra parte, John Jairo Flórez, gerente de la Cooperativa Transportadores Solidarios, opinó: “Nos están señalando injustamente. Si miramos los índices de accidentalidad de las empresas de gualas frente a las del MÍO, regularmente es muy baja la nuestra”.
Flórez expuso que, de hecho, su empresa es una de las que más atención le presta al estado de los vehículos y a los requisitos de sus conductores, teniendo en cuenta que se mueven por zonas de ladera y rurales, que normalmente son difíciles de transitar.
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“Además de realizarle la revisión técnico mecánica anual, nosotros llevamos cada ocho días una ficha de alistamiento de los camperos que consiste en verificar que tenga extintor, los elementos como botiquín, el estado de las llantas y las luces; además, cada dos meses realizamos, en un centro de diagnostico automotor, una revisión preventiva”, resaltó Flórez.
En ese mismo sentido, Flórez dijo que ellos también han querido modernizar sus vehículos, pero que no ha sido posible por diversos factores.
“El principal es que en Colombia no existe un vehículo homologado por parte del Ministerio de Transporte para la prestación del servicio público de pasajeros urbano, modalidad campero, teniendo en cuenta la topografía y la complejidad de las vías en la ciudad y, en especial, en la zona rural”, indicó Flórez.