Cali
Clínica Rafael Uribe Uribe de Cali vuelve a operar con normalidad luego de la medida de suspensión
La Secretaría de Salud había ordenado el cierre a inicios de septiembre.
En las últimas horas, la gerencia de la Clínica Rafael Uribe Uribe, ubicada en el norte de Cali, aseguró que el funcionamiento de todos los servicios que presta la institución fueron normalizados, luego de superar las condiciones que ocasionaron la suspensión por parte de las autoridades de salud de la ciudad.
Como se recordará, el pasado 8 de septiembre, la subsecretaria de Protección en Salud de la ciudad, Yanet Vélez Jaramillo, informó que la medida se tomó tras realizar una auditoría de Inspección, Vigilancia y Control (IVC) en el centro de salud.
“En este caso, para la nueva Clínica Rafael Uribe Uribe, ellos están habilitados para la atención de alta complejidad, pero lamentablemente no cuentan con los servicios de quirófano, no tienen habilitados los servicios de imágenes diagnósticas, se hicieron unos hallazgos importantes en el tema de electricidad, entonces todo esto lleva al cierre de los servicios”, informó en ese momento la funcionaria.
En medio de auditoria de IVC a la Clínica Nueva Rafael Uribe Uribe, se encontraron algunos hallazgos que llevaron a imponer una medida de suspensión de servicios.
— Secretaría de Salud Pública de Cali (@SaludCali) September 8, 2023
Seguimos trabajando para garantizar que todas las IPS de la ciudad cumplan con las condiciones mínimas para operar. pic.twitter.com/dxnoDDSHXE
Los servicios que fueron cerrados son: hospitalización de adultos, urgencias e imágenes diagnósticas y el área de hemodiálisis.
Sin embargo, finalizando la jornada de este jueves 28 de septiembre, el gerente de la clínica, Jaime Quintero, reveló que ya fueron atendidos los requerimientos de la Secretaría Distrital de Salud de Cali, lo que permitió reanudar con esos servicios.
“Los ajustes que teníamos pendientes eran más que todo en infraestructura. Después de hacerlos, la Secretaría de Salud hizo el levantamiento de la medida provisional que se tenía. En este momento los servicios se están presentando de manera normal”, aseguró el directivo.
Más de 20 días transcurrieron antes de que la institución de salud pudiera dar cumplimiento a los ajustes pedidos desde la autoridad de la ciudad para poder continuar con la prestación de los servicios cerrados.
Durante ese tiempo, alrededor de 20 mil personas que tienen a la clínica como su sede principal de atención se vieron afectadas por la medida, especialmente los usuarios de Nueva EPS.
“Hoy le decimos a cualquiera de los usuarios que esté afiliado a la Nueva EPS que ya estamos dispuestos a atenderlos en los servicios de urgencias, que fueron los de mayor dificultad; están abiertas las puertas”, agregó el gerente Quintero.
Desde la administración informaron que continuarán realizando las labores de vigilancia a las instituciones de salud de la ciudad, y agregaron que esto no corresponde a caprichos, sino que es necesario garantizar las mejores condiciones para los pacientes.
“Si usted tiene una clínica, usted tiene que garantizar la calidad, la protección del ser humano, las capacidades de la clínica para poder prestar un servicio. Si usted presta un servicio y no tiene un sistema de aguas responsable, o no tiene los quirófanos necesarios para atender a una persona de urgencias, el regulador –la Secretaría Distrital de Salud– tiene la responsabilidad de demandarlos y, si no se tienen, cerrar”, afirmó el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, luego de que se suscitara la polémica por el cierre en la clínica.
Y agregó que “cada institución de salud que se cierra es porque no cumplen a cabalidad la garantía del servicio para proteger la vida”.
De igual manera, cabe señalar que en las últimas cinco semanas han sido cerrados los servicios de, por lo menos, tres clínicas de Cali, incluyendo a la Rafael Uribe Uribe. Otra es la clínica Dime, con sede también en el norte de la ciudad.
La primera, y también la que más impacto generó, fue la Clínica Rey David, en el sur de la ciudad. El cierre tuvo lugar el pasado viernes 25 de agosto, y recién hasta el 1.° de septiembre se logró reanudar con los servicios. En esa institución atienden al magisterio en el Valle del Cauca, el cual realizó protestas en las afueras de la clínica para manifestar su molestia por el cierre y por la mala atención que allí reciben.